El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se ha referido a la situación del joven dirigente de Nuevas Generaciones Angel Carromero, condenado a cuatro años de prisión en Cuba por homicidio imprudente, como un «secuestro» y ha confirmado que el Gobierno mantiene las conversaciones con el régimen para conseguir su repatriación.
El ministro ha reiterado su posición contraria a modificar la Posición Común de la UE hacia Cuba –que el régimen quiere eliminar al considerarla una injerencia–, pero ha abogado por una «interpretación flexible» de la misma que pudiese permitir que la UE y Cuba suscribieran un acuerdo de cooperación.
García-Margallo ha querido dejar claro que esta postura ya la hizo pública antes de que se produjera la detención de Carromero el pasado 22 de julio de 2012 tras el accidente que terminó con la vida de dos destacados disidentes cubanos y, por tanto, «no tiene que ver con el secuestro de un ciudadano español».