El Gobierno ha aprobado el 15 de febrero de 2013 el anteproyecto de ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración local , entre cuyas medidas más destacadas está la limitación del sueldo de alcaldes y concejales o la atribución a las diputaciones de competencias de los ayuntamientos que no pongan al día sus cuentas antes de tres meses desde la entrada en vigor de la ley. Periodista Digital ha hablado con el periodista Gabriel Cruz, periodista experto en administración pública y coautor, junto a Sandra Mir, de la ‘La casta autonómica’ (La Esfera de Los Libros) —«La crisis nos puede servir para hacer la ITV del sistema autonómico y plantearnos qué está pasando»–.
REDUCCIÓN DE SUELDOS Y CONCEJALES
«Crear una limitación en los sueldos es un avance muy importante. Y sobre el hecho de que muchos no vayan a cobrar hay que decir que, a pesar de lo que mucha gente cree, más del 80 por ciento de los cargos políticos electora, unos 77.000, ya no cobran».
El problema viene cuando dicen que van a bajar el sueldo a los alcaldes. Habría que ver la letra pequeña. Muchos alcaldes, por el hecho de serlo, ya forman parte de consejos de administración de empresas públicas. Hay algunos que están en hasta siete empresas públicas. En algunas les pueden pagar desde 120 euros por aguantar un Power Point, por así decirlo, hasta 1.200 euros que se pagaba por asistir a un observatorio contra la violencia de género.
Es positivo que no hayan quitado muchos ayuntamientos, porque ese no es el problema. Hay muchos alcaldes que no cobran ni un duro y que si no están ahí sus pueblos se ‘van a la mierda’. Estoy desacuerdo en lo que se quiere hacer de quitar concejales. Tiene que ser lo contrario. Que haya muchos concejales para que todo el mundo esté implicado, pero que no cobren.
El problema que puede haber es que con la reducción de concejales es la siguiente: en los ayuntamientos es donde existe lo más parecido a las listas abiertas, la gente no vota a un partido, vota a gente. Entonces, si en un ayuntamiento donde no se cobra existen doce concejales y se reducen a seis, los que van a desaparecer son los partidos independientes, siempre va ha haber PP y PSOE. Al quitar a los partidos independientes quitas a las ‘moscas cojoneras’.
«Los concejales del PP y del PSOE siempre tienen la aspiración de llegar a la diputación, que es donde cobran, o de hablar con Cospedal en el caso de Castilla-La Mancha, por ejemplo. El partido les ofrece una serie de arquitecturas y de servicios que los independientes no tienen».
«Por ese motivo, los concejales de las grandes formaciones no son críticos y cada decisión que toman en cada pequeño ayuntamiento la tienen que consultar o, al menos, informar a la dirección del partido. Así, aunque sepas, porque eres su vecino, que el alcalde es un sinvergüenza, no puedes hacer una moción de censura porque te lo prohiben.
«Esto también afectaría, por ejemplo, a partidos pequeños como UPyD y Ciudadanos, o a formaciones como Vecinos por Torrelodones, que es independiente, y que ha logrado que este ayuntamiento pase de tener un agujero enorme en sus cuentas con el anterior alcalde, del PP, a tener superávit. Eso es posible porque es una formación que no responde nada más que ante su propio entorno».
SOBRAN LAS DIPUTACIONES
«A pesar de que este proyecto es una avance importantísimo, con el tema de las diputaciones provinciales y las duplicidades de competencias que hay con estas se queda a medias. Como decíamos en la Casta Autonómica, tienen que ser o las comunidades o los ayuntamientos, pero a las diputaciones ahora se les dota de más servicios».
Las diputaciones están llenas de alcaldes, el alimento de esto no es lo que cobran como primer edil, sino que las diputaciones les dan un plus por cosas como ir a una romería. Además tienen un montón de organismos redundantes, que se dedican a asuntos de los que se tendrían que ocupar las comunidades autónomas.
«Son como el Senado, por más que me expliquen creo que no sirven para nada. Son como un término medio entre el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma que no sirven para nada. Un buen ejemplo es la competencia de las comunidades autónomas para poner el nombre de las entidades locales, de manera que en algunas de ellas las pedanías tienen otros nombres como ‘entidad de gestión descentralizada’; si tiene competencia para cosas como esta hay que preguntarse por qué no las asumen y hacen desaparecer las diputaciones».
Esta medida es un gran paso, que por desgracia ha tenido que venir una crisis para darnos cuenta de que era necesario, pero aún así no llega a dar el golpe de gracia.
LAGUNAS EN LA NORMA
«Echo de menos que se hay tocado el tema de las oposiciones y concursos para puestos de trabajo en los ayuntamientos. Ya lo dijo Celia Villalobos, que ella prefería se alcaldesa de su ciudad que ministra, y lo justificaba diciendo que ‘yo como alcaldesa hay lo que me da la gana’. El Ayuntamiento es un ente al que puedes restar competencias, pero tú como alcalde puedes seleccionar a quien quieras y el enchufismo y el nepotismo es endémico. Así, puedo poner que para ser policía local es necesario tener Licenciatura de Farmacia, para así contratar a mi hijo de forma legal. Y lo mismo ocurre con los concursos de contratos para servicios».
También hay que afinar en cuestiones como los criterios económicos, los idiomas contables. Las formas de hacer las cuentas depende de cada cual, no hay uniformidad en ese tipo de cosas.
OPOSICIÓN DEL PSOE
«Que muchos líderes locales hayan expresado su oposición a la norma se explica porque en España todo el mundo prefiere ser cabeza de ratón antes que cola de león, y este plan significa que te quitan competencias. Pero es que esta reforma es algo que era inevitable».
«El problema es que cuando cambie el ciclo económico nos vaya bien y de nuevo empecemos a engordar una administración con competencias impropias. Aquí han pasado cosas como que si un alcalde no tenía una policía municipal sentía como que no le vestía; entonces se creaba un cuerpo con independencia de lo que costara. No llegaría al Tribunal de Cuentas hasta cuatro años después, así que le dejabas el ‘pufo’ al que viene después. Pero tú tenías tu policía local y quedabas muy bien ante tus vecinos».
DIFICULTADES PARA PONERLO EN MARCHA
«Hay que destacar que es un avance que desde el Gobierno hayan luchado con esas fuerzas internas que hay en los partidos, porque realmente todos se sostienen de corporaciones locales y varones».
La duda que queda es que este proyecto eche a andar y que no ocurra como con el de la Ley de Transparencia y Buen Gobierno, que seguimos siendo el país europeo y de todo el mundo occidental de más de un millón de habitantes que no tiene una ley de ese tipo. Ahora veremos, cuando haya congresos internos de los partidos y nos encontremos con que el de la diputación provincial le diga al barón autonómico que no le va a apoyar porque los alcaldes están enfadados con que les quiten competencias y que hay que rebajar la medid. Hay que ver como van a controlar a todos esos pequeños jefes de tribu que hay dentro de los partidos. Ese es el gran problema.