A diferencia de tantas otras mujeres como han pasado por su vida, Corinna ha adquirido una dimensión nueva y muy peligrosa para el futuro de la Corona
Jesús Cacho publica este domingo 17 marzo 2013 en Voz Populi un demoledor artículo de opinión —Un régimen acabado, necesitado de cristiana sepultura— contra el Rey en el que asegura que:
«Los problemas personales del Rey –el pésimo ejemplo que desde el punto de vista de la moralidad pública ha expandido de arriba abajo por el cuerpo social español-, los escándalos del Rey, se han convertido en uno de los grandes problemas de España, si no el mayor, hasta el punto de resultar necesario retorcer el normal funcionamiento de las instituciones para disimular, modular, ocultar los chispazos que diariamente llegan hasta la ciudadanía desde las alturas de esa conducta impropia».
«La vivencia diaria de unos servicios de inteligencia obligados a ocupar buena parte de su tiempo y recursos en tapar los deslices del titular de la Corona (tal que la presencia de Corinna en el recinto de el Pardo, en la puerta trasera del palacio de la Zarzuela, durante los últimos 6 años) no hace sino confirmar esa idea de que el Monarca se ha convertido en parte del problema de España, causa –si bien no única- del desprestigio de sus instituciones y obstáculo que se yergue frente a ese proceso de regeneración democrática que demanda como inaplazable una mayoría de españoles demócratas.»
Y añade:
«A diferencia de tantas otras mujeres como han pasado por su vida, de las que hay memoria por retazos perdidos entre escoltas, personal de la Casa, amigos de francachela y encubridores varios, la historia de Corinna, de soltera Larsen, ha adquirido una dimensión nueva y muy peligrosa para el futuro de la Corona.»
Incluso casi justifica a Urdangarín cuando se pregunta «¿Por qué Iñaki se comporta de esa guisa?». A lo que Cacho se autorresponde:
Porque es lo que ha visto hacer en casa de su suegro desde que puso pie en Palacio, razón por la cual “pasar el cepillo” le parece la cosa más natural del mundo. Una cuestión de costumbre.
Y finaliza:
«No hay país que pueda abordar su futuro lastrado con carga pesada. Va siendo hora de que los españoles demos cuerda nueva al reloj de la Historia.»