El Gobierno tira la legislatura y los ministros ya maniobran para recolocarse

Margallo y De Guindos compiten por hacerse con la cabeza de Montoro

Desde Moncloa miran con temor la posibilidad de una rebelión a bordo por parte de una parte del Grupo Parlamentario Popular

Margallo y De Guindos compiten por hacerse con la cabeza de Montoro
Margallo y De Guindos.

Mariano Rajoy y su equipo han perdido, según comentan diversas fuentes a PD desde hace tiempo, la confianza con la que fueron recibidos en las instituciones europeas

«El Gobierno sabe lo que hace». «Dentro de un año estaremos mejor que hoy, y creceremos». «Es mejor decir la verdad, explicar la realidad y no huir, que hacer castillos en el aire». Ahí lo tienen: Mariano Rajoy, encantado de conocerse luego de haber sumado un millón de parados más a los que heredó de Zapatero. Pide paciencia porque él sabe adónde va aunque en cada Consejo de Ministros  las previsiones vuelen por los aires y se haga todo lo contrario a lo prometido en campaña electoral. Pero tranquilos, españoles: Rajoy sabe adónde va.

Según fuentes consultadas por Periodista Digital, el ambiente entre los ministros está muy alejado de la confianza y de un sentimiento de unidad que pregona el ‘marianismo’. El Ejecutivo se estaría «diluyendo como un azucarillo», en expresión escuchada por este periódico, y el desánimo está generalizado entre los ministros tras los demoledores datos del paro. El Gobierno parece haber tirado la legislatura.

MARGALLO Y DE GUINDOS, RIVALES POR LA VICEPRESIDENCIA ECONÓMICA

En esta situación, algunos miembros del Ejecutivo estarían maniobrando para conseguir un mayor poder, cambiar de cartera o ambas cosas de forma simultánea. Un cargo con varias novias es el ahora inexistente de vicepresidente económico. Hay, sobre todo, dos aspirantes que se están moviendo con especial energía.

Según informaciones que llegan a PD desde fuentes de Moncloa, García Margallo es el otro gran aspirante a hacerse con una hipotética Vicepresidencia económica del Gobierno. Las fuentes de este periódico han explicado que Margallo ha expresado en numerosas ocasiones de dejar el ministerio de Exteriores para hacerse con la jefatura económica del Ejecutivo y, de forma simultánea, asumir la cartera de Hacienda en sustitución de un Cristóbal Montoro con pocos apoyos dentro del Ejecutivo y una mala imagen tanto frente a Europa como ante la opinión pública española. Margallo es precisamente uno de los miembros del Gobierno que más se opone a la línea marcada por Montoro.

Margallo es contrario a las subidas de impuestos que se han aplicado hasta ahora, e incluso sería partidario de revertirlas, y defiende la necesidad de reducir el gasto público. Esta postura le hace ganar puntos ante Europa, desde donde están presionando a Rajoy para que se actúe precisamente en esa línea. Además cuenta a su favor con que, por su larga experiencia como Parlamentario Europeo, conoce muy bien los mecanismos de funcionamiento de la UE y domina las técnicas de negociación en las reuniones de los Veinticinco. En este aspecto supera claramente al otro gran aspirante a ocupar la vicepresidencia económica, Luis De Guindos, que es precisamente el principal obstáculo para las ambiciones del actual ministro de Exteriores.

Aunque en diversos medios se ha publicado que De Guindos ha expresado su deseo de abandonar el Ejecutivo, las fuentes de Periodista Digital han ofrecido una versión diferente. Su aspiración es ocupar la vicepresidencia del Gobierno.

Según ha podido saber este periódico, lo que ha hecho ha sido amenazar a Rajoy con presentar su dimisión si el jefe del Ejecutivo no colma sus expectativas. Su principal problema para llegar a vicepresidente es que no cuenta con una buena imagen entre sus iguales comunitarios.

Lejos de dominar las técnicas de negociación en las cumbres europeas, se considera que llega a las mismas «como un elefante en cacharrería». Sin embargo, esto no tiene por qué se un obstáculo real, pues parece ser que Rajoy no atiende demasiado a las opiniones que le llegan desde otras capitales.

DESCONTENTO EN LA BANCADA ‘POPULAR’

El segundo frente dentro de España no el que tiene que enfrentarse el Gobierno español es su propia debilidad parlamentaria, real a pesar de contar con mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y en el Senado.

El Grupo Parlamentario Popular está totalmente, según las fuentes, fracturado y la desconfianza está generalizada entre sus miembros. En el Ejecutivo se tiene miedo incluso a una rebelión de parte de sus diputados. Muchos de los escaños del Partido Popular están ocupados por personas que han perdido su confianza en el Gobierno de su propia formación. La situación se agrava por los negros augurios electorales.

Aunque se da por hecho el PP ganará las próximas elecciones generales, se ha extendido la idea que lo hará teniendo una importante caída de votos. Hay incluso quien prevé que en los próximos comicios se quede en tan sólo 100 diputados frente a los 186 actuales. Si esto no se traduce en derrota es tan sólo porque la caída del PSOE puede ser todavía más acentuada.

De hecho, hay quien calcula que el 30 por ciento de quienes se sientan en la actualidad en el Legislativo deje de hacerlo tras la próxima llamada a las urnas. Los grandes beneficiados serían Izquierda Unida, a costa de los socialistas, y UPyD, que restaría votos y escaños a los dos grandes partidos. Además, las fuentes de PD no descartan que cuando se celebren los comicios el PAR decida romper la coalición electoral con el PP aragonés y que UPN decida ir definitivamente por libre.

DESCONFIANZA EUROPEA

Mariano Rajoy y su equipo han perdido, según comentan diversas fuentes a PD desde hace tiempo, la confianza con la que fueron recibidos en las instituciones europeas al llegar al poder. La sensación en diversas capitales europeas, así como en Bruselas, es que el Gobierno español no está haciendo sus tareas para reducir el gasto público y además no gusta su política de subidas de impuestos.

Una idea extendida en los ambientes políticos europeos es que España tiene suficiente capacidad para salir por sí misma de la crisis pero que el principal obstáculo para que lo haga es la clase política en general y el Ejecutivo en particular, por su falta de voluntad de hacer frente a un fuerte recorte en gastos políticos, en especial mediante el adelgazamiento de una hipertrofiada administración tanto central como, sobre todo, autonómica (según han explicado las fuentes, las estimación es que cada empleado público supone la destrucción o la no creación de 2,4 puestos de trabajo en el sector privado que tiene que pagarlo mediante impuestos).

La conjunción de los tres frentes abiertos ponen a Mariano Rajoy en una situación de debilidad evidente. Sin embargo, desde propias instancias del Ejecutivo hay voces que apuntan en que el jefe del Ejecutivo quiere mantener su política de dejar pasar el tiempo y tratar de aplazar lo máximo posible la toma de unas decisiones drásticas que cada vez son más necesarias.

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Autor

Antonio Chinchetru

Licenciado en Periodismo y tiene la acreditación de suficiencia investigadora (actual DEA) en Sociología y Opinión Pública

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