La situación económica y política en España no está, precisamente, para disparar cohetes. El Ejecutivo está a la que salta en cuanto oye desde cualquier esfera la propuesta de un pacto de Estado para salir de la crisis, así venga desde la oposición como desde la Casa Real. El presidente, Mariano Rajoy, se aferra a la poltrona que está más acuciada ahora mismo por sus propios barones que por un PSOE en horas bajas.
De estas cuestiones, la jefa de opinión del diario El Mundo, Lucía Méndez y el escritor Sebastián Moreno han debatido en una vibrante tertulia política en Periodista Digital:
Lucía Méndez: «El reportaje sobre el Rey en TVE cayó muy mal en Moncloa, tanto en el caso del presidente del Gobierno, de la secretaria general del Partido Popular o de todos los ministros que se han pronunciado sobre el asunto. TVE asumió un riesgo grande al poner en boca de la Casa Real unas palabras que no era el sentido que le quería dar la Casa Real (que el monarca quería propiciar un gran acuerdo entre los partidos políticos para acometer el problema del paro). El malestar del Gobierno vino porque el reportaje aseguraba que el Rey iba a hacer algo que, por la Constitución, correspondía al Ejecutivo. El PP presentó varias preguntas al presidente de la Corporación de RTVE, se ha hecho oposición a la propia TVE, algo que es insólito y que evidencia el malestar del Gobierno y del PP»
Sebastián Moreno: «Lo que proponía el Rey era de sentido común. Me sorprende que le siente mal al Gobierno esa propuesta, aunque fuese sólo una intención. Todo el mundo en la calle lo refrendaría. Pero si al Gobierno le molesta hasta el sentido común de los ciudadanos es como para salir corriendo»
L.M.: «El enfado del Gobierno no vino por el contenido de la petición del pacto. Vino más bien por el asunto del respeto a las formas constitucionales. Lo que el Gobierno pedía respeto a las normas. El Rey no puede salirse de los cauces que le ha puesto la Constitución. Implícitamente la Casa Real asumió que eso no era así cuando emitió una nota matizando lo dicho en el reportaje»
S.M.: «Lo que sucede con este enfado es que en realidad el Gobierno no quiere ningún pacto, que es lo que hay que explicarle a la gente. Debe ser que con Suárez y el Rey y los partidos de la Transición aquellos Pactos de la Moncloa debieron de ser un milagro. Si hay que saltarse las formas, pues se hace, que tampoco es tan grave»
¿PACTO SÍ O PACTO NO?
L.M.: «Sé que pedir un pacto está muy bien, pero es abonarse a lo políticamente correcto. Si hay que pactar ahora con alguien es con Angela Merkel. Ahora hay que apostar por el realismo y el PSOE creo que usa la petición del pacto porque cae bien en la sociedad y optimiza así uno de los pocos recursos que tiene»
S.M.: «El Gobierno no quiere pacto porque éticamente es inadmisible después de haber hecho lo contrario al programa con el que se presentó a las elecciones. Subió impuestos, ha devaluado el poder adquisitivo de la gente. Más de un 90% de la gente que votó al PP ahora mismo no le votarían. No se puede estar gobernando con un timo. Rajoy lleva camino de convertirse en más tonto que Zapatero. Y es que hasta entonces, España viajaba en un BMW de lujo y ahora resulta que no hay ni para pagar la gasolina».
RESISTENCIA DE RAJOY
L.M.: «Hay una presión interna, una situación que no se sabe cómo se resolverá. Los dirigentes autonómicos son la oposición a Mariano Rajoy, es una situación compleja para el presidente. Los barones le han dicho que hasta aquí hemos llegado. Hay un descontento social contra el Gobierno del PP, no tanto por el austericidio, por la falta de resultados, porque ven que no se aplica a sí mismo esas reformas, esos recortes. A la gente le exiges sacrificios, pero sin resultados, esta misma gente pide explicaciones de por qué el Ejecutivo no mete la tijera. Rajoy está pecando de falta de valentía»
S.M.: «A la hora de la verdad, el mensaje de los barones obedece más a un tema de sucesión dentro del PP. El futuro político de Rajoy está muerto. No se entra de lleno en reducir gastos, ningún país evoluciona con esas subidas de impuestos. Por ejemplo, ¿Por qué no le mete mano al monstruo burocrático que nos cuesta 200.000 millones de euros al año? A ver para qué sirve, por ejemplo, el Senado, que sólo vale para despilfarrar, para que los senadores tengan su chollo. Se dilapidan así millones y millones todos los días, como los 350.000 euros en el sistema de traducción simultánea en el Senado cuando todos se entienden en la misma lengua».
L.M.: «Cuando preguntabas sobre cuánto tiempo va a aguantar Rajoy, no creo que nadie esté en disposición de decir que esta legislatura va a acabar a su tiempo y a su orden. Una de ellas es Luis Bárcenas, que tiene capacidad para provocar una catástrofe bíblica y está dosificando esas informaciones para también intentar eludir la cárcel. Políticamente, es un peligro tremendo para Mariano Rajoy. Además, lo que llega desde Europa no es tranquilizados, que por ejemplo la banca va a necesitar más dinero. Los problemas se van aplazando hasta que no tienes otra salida, que es lo que le pasó a Zapatero en mayo de 2010. Rajoy tendrá que reformarse a sí mismo. Hay que abordar cuestiones como la supresión de las diputaciones. Como dijo Ramón Jáuregui, ‘o cambiamos, o nos echan’.
S.M.: «Si no rescatamos al país, a los ciudadanos, ¿por qué tenemos que rescatar a la banca? Hay que adoptar medidas que adelgacen el gasto con tantos asesores, diputaciones, ayuntamientos inútiles que se podrían fusionar. Es un cuarto un tercio del Producto Interior Bruto lo que nos cuesta este monstruo burocrático»