Rajoy pretende acabar con la bicefalia y las fricciones entre De Guindos y Montoro
El Boletín Oficial del Estado lo publicaba el sábado y El Mundo lo llevaba en su portada, con tintes de conspiración, este lunes 3 de junio de 2013 del lunes:
«Rajoy nombra a Santamaría para coordinar la política económica. Utiliza el Real Decreto sobre Estrategia de Seguridad Nacional para designarla vicepresidenta de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos de la que ni formaba parte. Será ella y no Montoro quien la presida en ausencia de Rajoy».
La decisión de Mariano Rajoy ha despertado muchas conjeturas sobre los motivos del presidente y, sobre todo, respecto de las consecuencias que tendrá este movimiento en las altas esferas del poder.
Afirma José María Triper en ‘El Economista’ que tres son las razones que voces autorizadas de bando popular esgrimen para justificar el «ascenso» de Soraya:
- la regañina de Bruselas por la descoordinación del equipo económico
- acabar con la bicefalia y las fricciones entre De Guindos y Montoro
- preparar el cambio de rumbo en la política económica y fiscal
Y es aquí donde los motivos entroncan con las consecuencias, porque estas mismas voces apuntan a que el reforzamiento de la vicepresidenta es el paso previo a una remodelación del Gobierno, que podría prepararse para finales del otoño, coincidiendo con el esperado repunte, suave pero repunte, de la economía y una cierta mejora en el empleo.
Caras nuevas
Caras nuevas para un período nuevo, suprimiendo a los ministros más desgastados por los recortes y las medidas de ajuste, que prestarían su último servicio con las reformas de la Administración – que lleva aparejada la destrucción de muchos empleos públicos- y del sistema de pensiones.
Y, a partir de ahí, si como esperan el tiempo lo permite, el remozado Gabinete se dedicará más a preparar las elecciones, recuperar imagen y votantes, y a dar cumplimiento al programa, bajadas del IRPF y de las cotizaciones sociales, incluidas.
Lo que también ahora se preguntan muchos en el PP es cuál será el papel de María Dolores de Cospedal, la secretaria general, cuyo enfrentamiento con la vicepresidenta es tan notorio como el de los dos responsables económicos y que se ha tenido que tragar la promoción de su rival en la carrera por el relevo de Rajoy.
En este punto, el culebrón empieza ahora.