Se quiere detallar también cuántos son consecuencia de disparos con pistolas y cuántos de ráfagas de ametralladora
El Congreso de los Diputados va a citar a testigos de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 para catalogar las marcas de los tiros que los guardias civiles realizaron en el hemiciclo aquel día después de que, durante las últimas obras de las que ha sido objeto el Salón de Pleno, hayan ‘desaparecido’ cinco de esos impactos.
Así, según ha explicado la vicepresidenta primera del Congreso, la popular Celia Villalobos, próximamente la institución se pondrá en contacto con los miembros de la Mesa de la Cámara de aquellos años y con los periodistas que cubrieron la asonada para datar lo que pasó aquel 23-F y «reconstruir» la historia interna con el fin de poder «resolver» ese incidente.
Hasta el momento, el Congreso ha descubierto en su archivo interno un informe que la Policía elaboró de aquel día (documentación secreta hasta que se cumplieron los 25 años de la asonada), pero tiene previsto ponerse en contacto con otras personas que vivieron en primera persona en el hemiciclo esa fallida intentona golpista.
«Investigar no es flor de un día»
Así, se prevé que entre las personas que pudieran ser citadas a declarar estén el expresidente del Congreso José Bono, por aquella época miembro de la Mesa de la Cámara junto con la actual Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, y el eurodiputado Luis De Grandes, o el diputado socialista Diego López Garrido, entonces letrado de la Cámara. Precisamente Bono visitó este jueves el Congreso para reunirse con su sucesor, Jesús Posada. En todo caso, la vicepresidenta primera del Congreso ha augurado que esta labor llevará un tiempo porque, según sus palabras, «investigar no es flor de un día».
Nada más conocerse la desaparición de los cinco impactos de la Tribuna de Prensa, la Mesa del Congreso pidió a los servicios técnicos de la Cámara un informe, y el pasado martes acordó, además, encargar un inventario sobre esas marcas de disparos porque no se tienen catalogados los destrozos que los diferentes tiros ocasionaron por toda la bóveda del Salón de Pleno del Congreso.
Gracias al estudio que ha acordado realizar el órgano de gobierno de la Cámara se va a poder catalogar no sólo el número de impactos y dónde se encuentran exactamente, sino también cuántos son consecuencia de disparos con pistolas y cuántos de ráfagas de ametralladora.