Cuando los informadores le han formulado otras preguntas, ante lo tajante de su afirmación, Aznar, sonriente, ha evitado seguir la conversación con una broma y se ha despedido de los periodistas
El expresidente del Gobierno José María Aznar (Madrid, 1953) ha asistido este sábado 12 octubre 2013 por primera vez en 9 años, desde que dejó la jefatura del Ejecutivo en 2004, a la recepción del Palacio Real por la Fiesta Nacional para «defender la democracia, la unidad nacional y la Monarquía constitucional» ante la «seria gravedad» de la situación de España.
Aznar ha querido dejar claros los motivos de su presencia en esta ceremonia en una conversación informal con periodistas durante la propia recepción ofrecida por la reina, los príncipes de Asturias y la infanta Elena en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional.
Acompañado en la recepción por su esposa, Ana Botella, alcaldesa de Madrid, junto a quien ha sido recibido en el saludo protocolario de los miembros de la Familia Real a las principales autoridades, Aznar ha explicado a los periodistas en primer lugar que es la primera vez que asiste a esta recepción desde que dejó la presidencia del Gobierno.
A continuación, ha insistido en dejar claro que su presencia obedecía a un objetivo concreto: defender la democracia española, la unidad nacional y el sistema de Monarquía constitucional en unos momentos en los que, en su opinión, España atraviesa una situación de «seria gravedad».
Cuando los informadores le han formulado otras preguntas, ante lo tajante de su afirmación, Aznar, sonriente, ha evitado seguir la conversación con una broma y se ha despedido de los periodistas.
Aznar se ha pronunciado en este sentido después de que el Príncipe, en un discurso inusual en esta recepción, hiciera un llamamiento a todos los españoles a celebrar este sábado «lo que nos une».
El Príncipe brinda por ‘lo que nos une y lo mucho conseguido juntos’
El Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, brindó para celebrar «lo que nos une» como país y ha pedido «valorar lo mucho que hemos conseguido juntos» a lo largo de una «historia milenaria» de más de cinco siglos de historia.
Don Felipe ha sido el encargado de hacer el brindis ante las autoridades y personalidades asistentes a la celebración por la Fiesta Nacional en el Palacio Real de Madrid. Ante la ausencia del rey Juan Carlos por su reciente operación de cadera, el Príncipe ha leído un mensaje del monarca arropado por la Reina, doña Sofía, la princesa Letizia y la Infanta Elena.
«Hoy es un día para celebrar lo que nos une, para recordar nuestra historia milenaria y valorar lo mucho que hemos conseguido juntos. Pero sobre todo hoy es un día para reafirmar nuestro compromiso con el futuro, un futuro de concordia y progreso para todos los españoles, para todos nuestos ciudadanos.»
Don Felipe ha subrayado que «si lo que hoy nos une es mucho, es mucho más lo que cada día seguirá estrechando nuestros vínculos y los de toda España con la comunidad internacional» y garantizó que la Corona estará siempre «a su servicio trabajando siempre para garantizar el progreso y el porvenir, superando cualquier dificultad».
El Príncipe de Asturias ha concluido el discurso con un brindis «por su majestad el Rey y por España». «¡Por el Rey y por España!», ha exclamado mientras alzaba la copa y los invitados repetían el mismo gesto y las mismas palabras.
‘El Rey hace lo que tiene que hacer, recuperarse’
Poco después, Don Felipe ha afirmado que el Rey «hace lo que tiene que hacer, recuperarse para la próxima operación».
En un corrillo con periodistas, el Heredero de la Corona admitió que la sensación de que él y la Princesa de Asturias estuvieran solos en la tribuna del desfile le ha resultado «extraña» porque no es «habitual».
Ha afirmado también que el Monarca le había pedido que dirigiera unas palabras a los asistentes a la tradicional recepción en el Palacio Real por la Fiesta Nacional. Desde la televisión ha seguido el Rey tanto el desfile como el discurso de su hijo, según un portavoz de la Zarzuela.
El discurso del Príncipe ha sido muy bien recibido por parte de los asistentes a la recepción. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo ha calificado de «estupendo» y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de «innovación afortunada».
La Reina también se ha mostrado muy orgullosa de su hijo. Preguntada por cómo había encontrado a su hijo presidiendo por vez primera el desfile del 12 de octubre exclamó: «Muy guapo! En esto no voy a ser modesta».
Una de las novedades del día ha sido la presencia del ex presidente José María Aznar que, por primera vez desde su salida de la jefatura del Ejecutivo, ha asistido a la recepción del Palacio Real. «He venido porque la situación de España es de seria gravedad», ha señalado, para añadir: «Estoy aquí para defender la democracia, la unidad nacional y la monarquía constitucional».
Una hora de desfile
Los príncipes han llegado en coche oficial cinco minutos tarde a su particular cita con la historia de hoy, al primer desfile presido por don Felipe en representación del Rey.
Justo cuando la mañana fresquísima empezaba a caldear. Solos por primera vez el heredero y doña Letizia. Ni la Reina, que esperaba en palacio para presidir la recepción, ni ninguna de las infantas ni sus hijos han estado presentes.
Les esperaban la mitad de los presidentes de gobiernos autonómicos y 10 miembros del Gobierno entre los que se encontraba Cristóbal Montoro. Si hubo abucheos o aplausos no pudieron oirlos porque en este formato reducido del desfile de la fiesta nacional, las tribunas están recoletamente y convenientemente dispuestas y el público dista al menos unos 200 metros de los representantes políticos.
Don Felipe, vestido con el uniforme de teniente coronel aunque preside el acto en su condición de Príncipe de Asturias, ha pasado brevemente revista al batallón de la guardia real. Se ha oficiado el homenaje a los fallecidos por España y se ha escuchado el tronar preciso de la patrulla águila que daba inicio al desfile.
Ha sido igual de breve que el pasado año, ha durado apenas una hora.
En el acto han estado presentes también todos los ministros excepto Luis de Guindos, titular de Economía, los presidentes del Congreso y del Senado y de otras instituciones del Estado como el Tribunal Constitucional.
También han acudido los presidentes de diez de las 17 comunidades autónomas, entre ellos la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que se estrena en este tipo de actos, además de los de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
El Príncipe, vestido de teniente coronel del Ejército de Tierra, ha pasado revista a las tropas y ha saludado a las máximas autoridades.
Como novedad, este año, los presidentes autonómicos se encontraban en la primera línea de saludo junto a los miembros del Gobierno.
Tras la llegada de los Príncipes ha tenido lugar el izado y homenaje a la bandera, que este año, como en 2012, tampoco ha llegado desde el aire a manos de un especialista de la Patrulla Acrobática del Ejército del Aire como medida de ahorro. Después se ha hecho el homenaje a los caídos, en el que se recuerda a todos los que han dado su vida por España. A partir de ese momento ha dado comienzo el desfile terrestre y aéreo.
El hecho de que sea el Príncipe quien haya presidido el desfile ha obligado a algunos cambios en el protocolo, de tal manera que se han rendido honores de arma e himno nacional en versión breve (20 segundos, frente a los 52 establecidos para el Rey), y se ha disminuido a 19 el número de cañonazos (21 al Rey) y a cinco voces el grito de «viva España» (siete al Rey).
La Reina preside el acto en Palacio
El papel del Príncipe ha sido la primera de unas cuantas novedades del día. Ha sido también la primera vez que no ha acudido al desfile la Reina Sofía, y tampoco la Infanta Elena, que el año pasado ya fue desplazada de la tribuna de autoridades como modo de potenciar el llamado núcleo central de la Familia Real y reconducir los problemas a los que se enfrentaba con el caso Urdangarin.
La decisión de que la Reina haya estado ausente de la parada, según las fuentes consultadas, la ha tomado el Rey, convaleciente todavía de la primera fase de su operación de cadera: porque se trata de un acto militar, porque de haber asistido su estatus protocolario hubiera sido superior al del Príncipe y porque el Heredero tiene presencia suficiente como para evitar la figura de la Reina Madre.
Agradecimiento de Morenés
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, en un mensaje por videoconferencia dirigido a las tropas españolas en el exterior, les ha agradecido su esfuerzo para mantener «la paz y la seguridad» en el mundo y les ha transmitido la «gratitud» del Rey por su «sacrificio» y «entrega».
Morenés ha expresado el orgullo que siente por las tropas españolas destacadas en misiones internacionales y les ha dado a todos las gracias por situar el nombre de España «a la altura que se merece».
Les ha trasladado también un mensaje del Rey en el que el monarca les hace llegar su «más cariñosa» felicitación, «reconocimiento y gratitud» por cumplir fielmente la labor que les ha sido encomendada «en beneficio de la paz y la seguridad internacional».
Morenés, acompañado en el Ministerio por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Fernando García Sánchez, y el jefe del mando de operaciones del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón, ha pedido también a las tropas que cumplan con la misión que les ha sido encomendada, con los acuerdos que España mantiene con sus aliados y que «no descuiden» su propia seguridad.