El ministro de Economía, que tiene en nómina a la jefa de prensa más 'rancia' de Occidente, anda a palos con medio mundo
Los datos del paro conocidos este martes, con una bajada en el mes de noviembre nunca antes vista, le sirvieron a Fátima Báñez para chinchar a su compañero Luis de Guindos.
Qué tendrá el titular de Economía que siempre está a palos con el resto de los ministros del área económica. Cuando no es con uno es con otra.
Ahora que las tensiones con Cristóbal Montoro han remitido -aunque esto va por rachas-, toca la de Empleo.
Explica Ana I. Martín en ‘ESD‘, que Guindos y Báñez, así como los equipos de ambos, mantienen desde hace días un enfrentamiento encarnizado a cuenta de esa supuesta segunda reforma laboral que según el ministro de Economía mejorará la actual y según la de Empleo no es tal, sino meros «ajustes» de la que está en vigor desde comienzos de 2012.
¿Se está metiendo Guindos en corral ajeno con la coartada de que él sabe lo que quiere Bruselas? De eso le acusan en Empleo. Lo cierto es que el titular de Economía, que tiene como jefa de prensa a la periodista más ‘rancia‘ de Occidente (Fichaje en El País), nunca ha tenido en muy alta estima a la andaluza, y menos aún después de la primera gran batalla que libraron ambos.
Fue, en concreto, la de las pensiones. Guindos era partidario de meter la tijera como en el resto de partidas para cuadrar las cuentas. Ya no sólo congelarlas, sino recortarlas. Báñez sacó en limpio para 2014 una subida del 0,25%. Menos es nada.
Antes que eso ya habían tenido sus más y sus menos con el subsidio del desempleo (los famosos 400 euros), que el pasado mes de enero Mariano Rajoy decidió prorrogar de forma indefinida hasta que el paro no baje del 20%.
Algo que, en privado, el Ejecutivo no prevé que suceda en toda esta década. Aunque en esto sí desea equivocarse.
En Economía, por contra, recuerdan que fue la propia ministra de Empleo la primera en hablar, a comienzos del curso, de simplificar las formas de contratación. Fue durante una comparecencia en el Congreso en la que llegó a cuantificar y poner nombre a las nuevas modalidades: de 41 a 5, indefinidos, temporales, de relevos, en prácticas y de formación y aprendizaje.
¿Tiene remedio la mala relación entre Economía y Empleo? Están condenados a cohabitar en el Gobierno, pero poco más. Valga otro botón de muestra.
El lunes, antes de conocerse los datos del paro, en plan bronquista y mal aconsejado por su equipo (Concha Martín: de propagandista de Rato a trabajar con su verdugo), Guindos dejó caer que noviembre siempre ha sido un mes malo porque suele aumentar el desempleo y descender las cotizaciones.
El ministro puso la venda antes de la herida y resultó que la herida no era tal, sino una bajada del paro esperanzadora. Blanco y en botella: Empleo no le había pasado los datos para evitar fugas a la prensa, así que habló sin conocerlos y patinó.
Porque ésa es otra: cuando hay una filtración de Empleo miran a Economía y viceversa.
Aunque no todas vienen del equipo de Guindos. Desde luego no las que apuntan a que el destino de Báñez podría estar en el PP de Andalucía, que ésas proceden de las filas populares.
Pero, sin embargo, ese runrún concordar con los planes de Rajoy. Más bien todo apunta a que por ahora tanto ella como Guindos seguirán sentándose en el Consejo de Ministros. De momento está por ver quién arrimará el ascua de la reforma laboral a su sardina.
