Si pasa en Gran Bretaña no hay razón alguna, de peso, por lo que no pueda ocurrir en España. Y allí, como se ha visto este 8 de mayo de 2015, las encuestas se han equivocado de cabo a rabo y donde pronosticaban un empate técnico entre laboristas y conservadores, lo que ha habido, una vez finalizado el recuento, es un triunfo apabullante de David Cameron, el torie que lleva cuatro años en el poder y ha pilotado la recuperación económica.
El Gobierno Rajoy no ha tardado ni un minuto en señalar lo ocurrido en las elecciones británicas y augurar un posible vuelco a las encuestas en España.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría aseguró este viernes que los británicos han valorado en las urnas «la estabilidad, el crecimiento, la recuperación y el empleo».
A partir de ahí, la número dos del Gobierno estableció paralelismos con la situación británica y la posibilidad de que las expectativas de hundimiento del voto a los partidos conservadores que apuntan las encuestas puedan quedar en nada.
Fuentes próximas a Mariano Rajoy mostraron su satisfacción por la evolución en Reino Unido. Al presidente del Gobierno le llegó este viernes desde Londres un enorme balón de oxígeno justo en el arranque de la campaña electoral de las municipales y autonómicas y a seis meses vista de las generales.
Rajoy está convencido de que el discurso de la recuperación económica tiene que terminar siendo eficaz y a eso se ha puesto, echándose a la espalda al partido, con un recorrido de campaña exhaustivo.
Cameron ha protagonizado una campaña electoral basada en rentabilizar las reformas económicas y la recuperación, según se encargaron el jueves de destacar portavoces de La Moncloa.
Las noticias de Reino Unido le llegaron al Gobierno y al PP un día después de una encuesta del CIS en la que los populares salen en cabeza, pero con el PSOE muy cereca y donde dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, puden convertirse en fiuel de la balanza para la gobernabilidad de muchas comunidades autónomas y ciudades.
