Mi abuela Carmen Alonso tuvo seis hijos. El mayor nació en Ponferrada, fue Demetrio Zorita Alonso, el Comandante Zorita. Los otros cinco nacieron ya en León capital, donde la familia se trasladó por los negocios de mi abuelo, «Maderas Zorita» que tenía la fábrica muy cerca del Hostal de San Marcos.
Yo soy el hijo mayor de Antonio Zorita Alonso, quinto hermano del Comandante Zorita.
El tercer hermano, Vicente Zorita Alonso, fue asesinado por ETA el 14 de noviembre de 1980 en Santurce. Tras maniatarlo y golpearlo brutalmente, le pegaron en la boca una bandera de España, que él mismo llevaba en su cartera. Querían así ofenderlo además de maltratarlo. Consiguieron lo contrario, que su muerte fuese más dulce, besando nuestra bandera.
Luego le arrodillaron y le pegaron nueve tiros por la espalda. ¡Qué valientes!
No contentos con esto, al día siguiente en el funeral de cuerpo presente, un grupo de esos hijos de puta esperaron a la salida del féretro, para dar gritos de «viva ETA», delante de toda la familia que allí estábamos. Se armó la marimorena.
Sobre el Comandante Zorita puedo contar muchos detalles que hacen mantener su calle; entre otros, que siempre fue piloto de caza, nunca bombardero. Es decir combatía a otros aviones, no a poblaciones. Más detalles podría dar su hijo, y mi primo Demetrio Zorita Rieckers, que además vive en la calle de su padre, quien es también piloto de caza. Su último destino; Coronel de F18 en la Base de Torrejón de Ardoz.
Fue tercer candidato al Parlamento Vasco por Alianza Popular -hoy PP- y es víctima del terrorismo de ETA, organización comunista.
Si es verdad que quieren sustituir el nombre de estas calles, por los de víctimas del terrorismo, que magnífica ocasión tienen de sustituir a un hermano por otro y de esa manera ofender menos a la familia Zorita.
Aunque lo sensato es dejar al Comandante Zorita en su sitio y en todo caso, poner el nombre de su hermano Vicente Zorita Alonso en una nueva calle, en Madrid o en su ciudad natal de León.