Está desesperado por ser presidente a toda costa y ya no le importa romper su pacto con Ciudadanos para echarse en los brazos de Podemos –Pedro Sánchez se echa en los brazos de Iglesias: «No me cierro a que sea Vicepresidente»-.
De hecho, mira el reloj y sabe que el 2 de mayo de 2016 está como quien dice a la vuelta de la esquina. O consigue ser investido presidente en esa fecha o elecciones generales que te crió para el 26 de junio de 2016 –Rajoy a Cameron: «Lo más probable es que haya nuevas elecciones en España el 26 de junio»-.
Pedro Sánchez quiere entrar en la Moncloa al precio que sea y para ello va a ser capaz de darle el oro y el moro a Pablo Iglesias, empezando por la vicepresidencia del Gobierno y, seguramente, toda una serie de ministerios y puestos que siempre ha ambicionado ‘coleta morada’ –Los seis ministerios que el ‘vicepresidente’ Pablo Iglesias exige a un pasmado Pedro Sánchez-.
Eso sí, ya puede darse prisa el líder del PSOE porque los podemitas están despedazándose y liquidándose delante de todo el mundo –Terremoto en Podemos: la mano derecha de Pablo Iglesias en La Tuerka también dimite-. Aunque luego, eso sí, el director y presentador de ‘Al Rojo Vivo’ (laSexta), Antonio García Ferreras niegue la mayor y ponga en el punto de mira a los medios de comunicación –Se enfrenta al resto de los medios: «La guerra Errejón-Iglesias no existe»-.
Luego está, por supuesto, cómo se configurará ese Ejecutivo del ‘guapo’ Sánchez. Entre socialistas, confluencias podemitas, nacionalistas, separatistas y bilduetarras, más que un cuerpo gubernamental esbelto y coherente, el invento va a parecerse más a un monstruo de Frankenstein donde cada articulación va a ir por su lado.
El problema es que quien acabará pagando la factura de este engendro no serán sus creadores, sino el conjunto de los españoles.
Y si no que se lo digan a aquellos ciudadanos que tienen la ‘fortuna’ de verse gobernados por podemitas y sus confluencias. Madrid, Barcelona, Cádiz, La Coruña, Valencia o Zaragoza son algunos de los laboratorios en los que el PSOE también ha ayudado a poner en marcha esos pequeños gobiernos ‘Frankenstein’ –¡Marchando otra ronda de populismo!-.