Casi tres horas han estado encerrados a cal y canto en la comisión donde han estado presentes la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, así como un representante por cada uno de los siete grupos parlamentarios, durante la comparecencia en el Congreso del general Félix Sanz Roldán, director del CNI a propósito del rey Juan Carlos y de las grabaciones de Corinna Larsen. (Bárbara Rey saca la cara por Corinna y se la pone colorada de un tortazo a don Juan Carlos).
Ninguno de los políticos que han estado en la comisión de secretos oficiales, este miércoles 25 de julio de 2018, ha dado declaraciones delante de las cámaras que esperaban al fin de la sesión. Sólo Ione Belarra ha dicho: «Salimos con más dudas de las que teníamos”, mientras que Adriana Lastra y Rafael Hernando han afirmado que creen en las declaraciones del director del CNI. (El CNI sigue ahora la pista del extelefónico Juan Villalonga, la tercera pieza en el embrollo Corinna-Villarejo)
Pero uno de los presentes se ha ido de la lengua en los medios. Gracias a él o a ella, se han filtrado algunas pinceladas sobre lo que reveló Félix Sanz Roldán, tal y como se hace eco ‘Vanitatis’.
El militar volvió sobre la ya famosa reunión que mantuvo en mayo de 2012 en el hotel Connaught de Londres con la amiga del rey. Había pasado menos de un mes del accidente del antiguo monarca en Botsuana y Corinna se había visto obligada a abandonar España precipitadamente.
Fue el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien le pidió que hablara con la aristócrata alemana. Según el relato del general, don Juan Carlos estuvo de acuerdo y organizaron un encuentro en el vetusto hotel londinense que duró casi cinco horas.
El jefe de los espías españoles apeló a la responsabilidad de Corinna con la labor institucional del entonces monarca. Textualmente, le dijo que «tenía sobre los hombros la responsabilidad de 45 millones españoles».
La charla se prolongó durante cinco horas. Corinna Larsen dice en las grabaciones que Sanz Roldán amenazó su vida y la de sus hijos, extremo que el general negó ante los diputados rotundamente. Según su versión, Corinna y él hablaron como dos buenos amigos sobre la relación sentimental que mantenían la alemana y el rey emérito. La misión del militar era neutralizar (con palabras) una relación que podía comprometer la seguridad nacional, y así lo hizo.
El mentado dice que la conversación se desarrolló en buenos términos. Como prueba, el militar reveló que después del encuentro Corinna le envió una botella de champán de regalo y le llamó en varias ocasiones para pedirle apoyo.
Durante la comparecencia de Sanz Roldán, tal y como informa El País, el general alertó de que todo esto podía formar parte de un chantaje al Estado. Confirmó que la voz de las grabaciones era la de Corinna, pero negó parte de lo que cuenta la princesa en las grabaciones, como que Juan Carlos I se beneficiara de la amnistía fiscal de 2012 o que cobrara comisiones del AVE a La Meca.
