Un centenar de jefes de Estado acudieron este fin de semana a la capital francesa a los actos conmemorativos del centenario de la firma del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial. El Rey Felipe VI, jefe del Estado español que no Pedro Sánchez, acudía al acto y lo hacía de manera sorprendente en solitario, dada la inesperada e injustificada presencia de la Reina Letizia.
Doña Letizia protagonizaba así la enésima espantada sin explicación alguna de la Casa Real y deslizándose desde La Zarzuela que «no estaba inicialmente prevista» su presencia en París, a diferencia de la totalidad de las cónyuges
La espantada de Letizia contrastaba con una presencia que inicialmente no estaba prevista: la de la omnipresente esposa de Sánchez, Begoña Gómez, que sí se apuntaba a París y viajaba a última hora a bordo del Falcón que trasladaba al presidente del Gobierno para pasar con él un siempre glamuroso fin de semana en la capital del Sena. ( El importante aviso de Peñafiel a Casa Real por la faena de Sánchez y Begoña en pleno palacio).
Y aprovechando la no presencia de la Reina en París, cuentan a Periodista Digital fuentes cercanas a Protocolo de la Casa Real, Begoña Gómez ha querido actuar como si fuera la «auténtica» Reina de España.
«Verdaderamente esta mujer se cree que es la Reina», explican las fuentes consultadas, situación que ha provocado un auténtico quebradero de cabeza tanto a los responsables de protocolo de La Zarzuela como a los propios de La Moncloa, que han tenido que emplearse al máximo para evitar situaciones incómodas o ridículas como la ocurrida durante el ya famoso besamanos el pasado 12 de octubre durante la recepción en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional.( Los 150 días de Pedro Sánchez en La Moncloa: una apología de la mentira y la demagogia).
Han sido varias las situaciones y no pocos momentos en los que Begoña Gómez ha abochornado a los departamentos de protocolo en París al tratar de colocarse en lugares que únicamente correspondían a la auténtica Reina. Y, de nuevo, sus intenciones fueron corregidas, esta vez rápidamente y con antelación, para evitar nuevos ridículos públicos y situaciones francamente bochornosas.
La esposa de Pedro Sánchez es, sin embargo, insaciable y su actitud y afán de protagonismo parecen no tener límite. Las mismas fuentes consultadas han reconocido a PD, que Gómez ha protagonizado ya situaciones jamás vistas hasta ahora por la esposa de un presidente del Gobierno de España.
