Literalmente: «Si no es verdad, está bien hallado».
Se usa la frase italiana para justificar una anécdota verosímil, que retrata bien a un personaje o una situación, aunque no sea verdadera.
Estamos seguros de que la que se ve en el vídeo, encaja perfectamente con lo que en su fuero interno piensa y siente el presidente del Gobierno, por mucho que después, en público, apareca siempre tan sosegado y apacible.