La polémica ha vuelto a alcanzar de lleno al Rey emérito Juan Carlos I tras conocerse la existencia de unas grabaciones de Corinna Sayn-Wittgensteinlas que tenía guardadas el ex Comisario Villarejo en su domicilio. Todo estallaba cuando el pasado 3 de noviembre agentes de Policía irrumpían en esa vivienda para registrarla y buscarlas, pero alguien de su entorno podría haber guardado las copias que ahora han salido a la luz.
Las comprometidas conversaciones para Don Juan Carlos, se habla de amantes pero también de cuentas ocultas en Suiza y del uso de Corinna como testaferro, no parecen haber perturbado los planes del Monarca que este fin de semana se ha trasladado hasta Galicia, junto a unos amigos, donde en la localidad pontevedresa de Sanxenxo tenía previsto participar en una regata.
Pero los planes deportivos del Rey emérito se truncaron por la falta de viento. La competición de vela fue suspendida pero no así las ganas de «desconectar» de Juan Carlos I que aprovechaba el fin de semana para relajarse con uso amigos.
Según ha podido saber Periodista Digital, Don Juan Carlos se alojaba en una discreta casa rural próxima a la localidad gallega, pero alejada de los focos y curiosos del núcleo urbano. En esa residencia vacacional, el Monarca emérito disfrutó el fin de semana con una fiesta celebrada en su honor y organizada por los selectos amigos que don Juan Carlos tiene en la zona desde hace años, como el empresario Pedro Campos.
Banquete, manjares, música, buen vino, bebidas, diversión… todo lo necesario para que el padre del Rey Felipe VI pudiera olvidar las últimas horas aciagas que de nuevo vuelven a golpear su deteriorada imagen, para desesperación de la Casa Real y, en especial, de su hijo en un momento muy delicado para su Reinado.
