Son cada vez más insistentes los rumores que apuntan a que la Reina emérita doña Sofía está ultimando todos los detalles para realizar una visita a su yerno, Iñaki Urdangarin, en la prisión abulense de Brieva donde cumple condena tras el juicio del caso Nóos.
Doña Sofía quiere mostrar su apoyo público, en estos delicados momentos, no ya a Urdangarin sino también a su hija, la Infanta Cristina y a sus nietos que lógicamente no están pasando por los mejores momentos de su vida.
Según han asegurado a Periodista Digital fuentes próximas a La Zarzuela, la decisión de la Reina emérita, que así lo ha comunicado a la Casa de Su Majestad el Rey, ha causado una tormenta en el seno de la Casa Real y en toda la Familia. El jefe de la Casa había intentado reprimir los deseos de doña Sofía por la «poca idoneidad» de la visita al complejo carcelario, pero nada ha convencido a doña Sofía que se acoge a su libertad personal.
La decisión, que respeta su hijo el Rey Felipe VI, ha sentado especialmente mal a doña Letizia, que ve una afrenta personal de la Emérita hacia su persona. Letizia mantiene un durísimo enfrentamiento con la Infanta Cristina de Borbón y también con la Infanta Elena, quien ha sido la persona, según las fuentes consultadas, que ha animado a su madre a visitar a Urdangarin a la cárcel.
La Reina Sofía tiene previsto acudir a la prisión de Brieva con «luz y taquígrafos», es decir, accederá al centro penitenciario por la puerta principal a la vista de todos y sin esconderse así de los reporteros gráficos. Aprovechará una de las visitas semanales «familiares» a las que tiene derecho el ex Duque de Palma y no se descarta que junto a la Reina Sofía acudan también sus dos hijas, las Infantas Elena y Cristina.
Doña Letizia se lo llevado al terreno personal. No es ningún secreto que ha roto cualquier tipo de relación con su Real familia política.