Lo contábamos en Periodista Digital, la petición del Rey emérito, Don Juan Carlos a su hijo Felipe VI instándole a su divorcio de doña Letizia había caído como una bomba en Palacio y desquiciado a la actual Reina tras el amargo incidente entre ella y doña Sofía la ya célebre Misa de Pascua.
En su momento, lógicamente, fue motivo de bronca en el regio matrimonio pero hacía semanas que las relaciones entre ambos se habían normalizado. Sin embargo, hay un nuevo motivo de disputa. Un hecho ha vuelto a abrir las hostilidades entre don Felipe y Letizia y que tiene que ver con las Infantas Leonor y Sofía.
Ambas llevan fuera de Palacio todo el mes de julio. Sabemos el motivo, campamento de verano y fortalecer su formación, pero se desconoce el paradero exacto de la heredera de la Corona y de su hermana. La Reina Letizia tiene verdadera obsesión por la privacidad de sus hijas, algo que choca con su condición de Familia Real.
En este caso el Rey Felipe sí ha respetado los deseos de su esposa de mantener el secreto de la ubicación de las Infantas, desde La Zarzuela se ha informado que «no es una cuestión de Estado donde pasen unos días las dos infantas», pero lo que Felipe VI no consiente es algunos comportamientos de Letizia Ortiz que superan los límites razonables de la lógica.
Según ha podido saber Periodista Digital de fuentes próximas a la Casa Real, doña Letizia ha iniciado una «caza de brujas» entre el personal de La Zarzuela porque está convencida de la existencia de un «topo» y que esa persona, o personas de Palacio, ha filtrado, o tiene intención de hacerlo, el lugar donde pasan la primera parte del verano Leonor y Sofía. La Reina teme un reportaje fotográfico «robado» de las pequeñas y lo quiere evitar al precio que sea.
La Reina estaría sometiendo así a un estrecho control al personal de la Casa hasta tal punto, explican a PD las mismas fuentes, de crear un enorme malestar en La Zarzuela tanto por la presión como por el hecho de dudar de su profesionalidad y el compromiso de confidencialidad.
Llegada la situación de enorme tensión que se vive por este motivo en Palacio a oídos del Rey Felipe, ha provocado una nueva gran bronca con Letizia Ortiz, a quien su marido personalmente y la jefatura de la Casa Real le han obligado a rectificar su comportamiento por «inadecuado». Pero aún así, el personal de La Zarzuela no respira tranquilo y temen también por las consecuencias si finalmente se publicasen esas fotografías de las Infantas.
