Cuando la entonces flamante ministra de Sanidad del Gobierno de Pedro Sánchez tomaba posesión como miembro del Ejecutivo, una de las primeras de las consecuencias que tenía para su vida personal era un considerable aumento de sueldo. Carmen Montón era una de las conselleras que menos cobraba de la Generalitat Valenciana con un sueldo anual de 58.175 euros (Carlos Herrera sin piedad contra Delgado: «Si lo de maricón lo hubiera dicho Cospedal, las feminoides le montan una intifada en Chueca»).
Según está fijado en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018, al puesto de ministra le corresponde un salario de 71.424,12 euros al año, o lo que es lo mismo, 5.952,01 euros al mes (La quinta versión de Delgado: con lo de ‘maricón’ no se refería a la condición sexual de Marlaska).
Pero poco más de 100 días después, Montón se veía obligada dimitir por el escándalo de su Máster en la Universidad Rey Juan Carlos y posteriormente trascender que también plagió parte de sus trabajos académicos, permanecía así en el cargo poco más de cuatro meses (Sandra Barneda descuadra en GH VIP con su frase: «Mariconadas las mínimas»).
Con ello, la valenciana Carmen Montón tiene derecho a una indemnización salarial, la que le corresponde a la de los exministros. Esta compensación económica está reconocida en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 1981, que estableció que a partir del mes siguiente del cese y durante un plazo igual al tiempo que hayan estado en el cargo, recibirán «una pensión indemnizatoria mensual igual a la dozava parte del ochenta por ciento del total de retribuciones asignadas al cargo».
En el caso de Montón la cantidad es, según ha podido saber Periodista Digital, de 4761.60 euros al mes, abultada nómina que comenzará a percibir inmediatamente, a partir de este mes de octubre que está a punto de arrancar ya que no ha renunciado a ella (Arturo Pérez-Reverte escribe ‘mariconadas’).
Una cantidad a la que hay que sumar la que ya ha recibido en concepto de indemnización por cese. Carmen Montón tiene derecho a cobrar ese salario durante un periodo de cuatro meses, casi 5.000 euros de nómina que serán compatible con la recepción de otro salario, salvo que el mismo tenga las mismas condiciones de privilegio por despido o cese.
Es más, según apuntan las fuentes gubernamentales consultadas por Periodista Digital, la exministra de Sanidad podría pedir un suplicatorio y percibir esa cantidad mensual durante un periodo máximo de dos años. Eso sí, en este caso no podría estar recibiendo ningún tipo de retribución salarial.
