Tal como se está poniendo el asunto y por su propia premura, torpeza y electoralismo, la momia de Franco le puede terminar dando un buen susto al PSOE y sus aliados (El prior del Valle de los Caídos niega al Gobierno Sánchez el acceso para exhumar la momia de Franco).
El Gobierno Sánchez se dirigirá ahora a las «autoridades superiores» al abad del Valle de los Caídos, que depende en última instancia del Vaticano, para lograr la autorización para iniciar la exhumación de Francisco Franco (El Gobierno alega «evidentes razones de seguridad y de orden público» para vetar la inhumación de Franco en La Almudena).
El abad de la Abadía, Santiago Cantera, rechaza conceder este permiso. El Arzobispado de Madrid evita mojarse y recuerda su posición oficial: no se opone a la exhumación pero apela a un acuerdo entre el Gobierno y la familia.
La contundente carta de rechazo a que se proceda a la exhumación de Franco del abad de la Abadía del Valle de los Caídos, el benedictino Santiago Cantera, ha pillado contrapiué al Ejecutivo socialista.
La ministra de Justicia, Dolores Delgado, envió el 11 de diciembre de 2018 un oficio al abad, con copia a sus superiores jerárquicos, reclamando formalmente la autorización para el acceso a la zona donde está el sepulcro con el objetivo de cumplimentar los trámites necesarios que requiere el expediente en marcha.
El monje Santiago Cantera ya se ha expresado varias veces contra la exhumación del dictador sin el permiso expreso de la familia Franco. La misiva con la respuesta del abad se registró el pasado 26 de diciembre alegando la falta de consentimiento de los Franco y que el asunto está aún en proceso judicial sin resolver.
Como cuenta Javier Casqueiro en ‘El País’ este 4 de enero de 2019, el Gobierno se ha tomado fatal esa negativa.
Desde La Moncloa arremeten con dureza contra Santiago Cantera, difundiendo con ayuda de sus periodistas de corte que ese religioso, antes de ingresar en la orden de los benedictinos, fue candidato a las elecciones generales de 1993 y a los comicios europeos de 1994 por el partido Falange Española Independiente.
Y repiten a los cuatro vientos que el monje Cantera actúa en ese sentido contrario a la exhumación sin «seguir las indicaciones dadas sobre este proceso por las autoridades eclesiásticas españolas, tanto desde el arzobispado de Madrid como desde la Conferencia Episcopal, según le consta al Gobierno».