El aislamiento impidió celebrar el congreso de Podemos donde se eliminará el tope de los tres salarios mínimos

Pablo Iglesias: coronavirus, mentiras y cintas de video

Pablo Iglesias ha quedado retractado como un ‘comunistas de caviar’. Un representante más de esa “clase obrera” de chándal y coleta que, con la llegada al poder, entierran todas sus promesas de austeridad y repartición de la riqueza. Entre su electorado aún retumban los juramentos del control salarial de los políticos y de los techos de “hasta tres salarios mínimos”. Una ilusión que se desvaneció a la primera de cambio y con solo poner un pie en el poder Ejecutivo de España.

En las redes sociales está circulando un vídeo muy incómodo para el actual vicepresidente segundo. En medio de la crisis por el coronavirus, y el brutal impacto económico que está teniendo en la clase trabajadora, un compendio muestra todas las promesas de Iglesias de mantener su salario (y el de sus compañeros de partidos) bajo mínimos.

En el vídeo se puede ver a Iglesias afirmar que “mientras en mi país la mayor parte de la gente no se puede ir de vacaciones y no gana más de 1.000 euros, yo no puedo cobrar 4.000 euros”. Sin embargo, así como Pedro Sánchez si puede dormir a pierna suelta con el exasesor de Hugo Chávez como compañero de Gobierno, el podemita también puede tener un salario de 77.991,72 euros al año (más de 6.600 euros mensuales en las 12 pagas que establece el BOE), mientras que el salario mínimo de los españoles sigue estando por debajo de los 1.000 euros.

La única traba entre un sueldo de ‘casta’ y Pablo Iglesias recae en el reglamento general y código ético de Podemos, donde él mismo había limitado el sueldo de sus miembros al triple del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Sin embargo, el fundador quiere aplicar el principio de “hecha la ley, hecha la trampa” y aprovechar su próximo congreso de Podemos (que ha sido postergado a causa del coronavirus, pero que se iba a realizar el 21 de marzo) para cambiar las normas internas y borrar la limitación salarial.

Para evitar que se les vea el plumero, desde Podemos hacen énfasis en la obligación de donar una parte del sueldo que oscilará entre el 5 y el 30 por ciento. Sin embargo, no han detallado qué porcentaje se aplicará a cada miembro de la dirección, pero sí se apuraron a poner los condicionantes que ayuden a Pablo Iglesias a reducir a mínimos el dinero que tenga que quitarse de sus bolsillos. En este sentido, puntuarán a su favor aspectos como “tener hijos a cargo”, “tareas de responsabilidad” y “exposición pública”.

A pesar de que Pablo Iglesias siempre ha argumentado que «los más ricos deben pagar más», ese principio no aplica para él. Así como tampoco aplicó para Hugo Chávez su recomendación de que “ser rico es malo”. El secretario general de Podemos defiende en su candidatura, Un Podemos contigo, que se cobre «según las responsabilidades». Es decir, que por fin se reconoce la realidad capitalista de que gane más dinero quien ocupa un puesto que exige más competencia.

Más allá del sueldo

Los beneficios que percibe Pablo Iglesias no se limitan a su sueldo de ‘casta’ que recibe como vicepresidente. Es importante recordar que se suman las dietas e indemnizaciones propias de su cargo, según lo establecido en el propio reglamente del Congreso. En este sentido, a su salario de 77.991,72 euros al año hay que sumar otros 879,29 euros al mes en concepto de manutención, alojamiento y desplazamientos.

Lejos de ser los únicos ingresos de un “austero” Pablo Iglesias, el exasesor del chavismo también recibe el dinero proveniente de los derechos de autor de sus obras publicadas. Una cantidad a la que, antes de aceptar la vicepresidencia segunda, también se sumaban los que recibía por protagonizar los programas ‘Fort Apache’ y ‘Otra Vuelta de Tuerka’, dos proyectos a los que tuvo que renunciar para cumplir con el artículo 98 de la Constitución, donde se regulan las incompatibilidades de los miembros del gobierno.

La salida de la televisión ha supuesto un ‘palo’ para la fianzas de Iglesias, quien en una de sus últimas declaraciones de bienes y rentas desvelaba que sus ingresos como presentador y escritor ascendieron a 41.211 euros netos en el último ejercicio presentado (otros 3.434 euros al mes).

Lejos de renunciar al lujo que ofrece el poder político, Pablo Iglesias está anhelando que se pueda controlar la crisis por el coronavirus y celebrar cuanto antes el congreso de su partido, donde eliminará las trabas económicas a su enriquecimiento y, al mejor estilo bolivariana, destruirá la traba democrática que le impedía seguir en la cabeza de Podemos a favor de una alternancia política.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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