Ya reza el clásico que no es lo mismo predicar que dar trigo.
Y en el caso de la ministra de Exteriores del Gobierno de España, Arancha González Laya, la sentencia cristaliza cuando sus buenas palabras hacia los españoles tirados en el extranjero se quedan absolutamente en nada y son los propios compatriotas los que se tienen que buscar la vida para regresar a su país.
Lo cierto es que en una de esas tantas comparecencias que ha habido a lo largo de esta semana del 16 al 20 de marzo de 2020 en el Palacio de La Moncloa, con un desfile de ministros que tienen encomendadas una serie de competencias respecto a la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, una de las que pasó por esa pasarela fue la responsable de Exteriores.
Esta prometió que su gabinete y el Gobierno entero estaban haciendo todas las gestiones habidas y por haber para que aquellos españoles que quisieran regresar a España lo hicieran sin mayores problemas antes de que se endurecieran mucho más las condiciones para tomar un avión por mor del COVID-19.
Sin embargo, cuando los focos de la sala de prensa de La Moncloa se apagan, las promesas ministeriales se las lleva el viento, son agua pasada que ya no mueve el molino ministerial y los cuidadanos de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao, La Coruña, Cuenca o Valladolid se quedan tirados al albur de que las compañías aéreas quieran apiadarse de esos españoles que tienen que coger un vuelo de regreso.
Por eso, las declaraciones de González Laya quedan completamente desmontadas por los testimonios de varios afectados por medio mundo que acusan al Gobierno de Pedro Sánchez de haberles dejado de la mano de Dios, con unos servicios consulares que perfectamente se ponen de perfil ante esa situación de incertidumbre que viven unos pasajeros que no saben cuál será la situación que se encuentren en los aeropuertos de partida.
«EL GOBIERNO DE ESPAÑA SE LAVA LAS MANOS»
De hecho, en un vídeo difundido por Plataforma TVE Libre, se ve a un grupo de españoles atrapado en el aeropuerto de Rabat, en Marruecos, asegurando a varios medios que:
Existe mucho pánico ante esta situación. Nos han dejado tirados, aquí todo el mundo se lava las manos y ni el consulado ni el Gobierno de España hacen nada.
Pero es que hay más. La propia titular de la cartera de Exteriores, en un alarde de chulería manifiesta, olvidando lo que dijo en la sala de prensa de La Moncloa, soltó en el programa ‘Espejo Público’ (Antena 3), a preguntas de Susanna Griso, que su departamento y el Ejecutivo por entero no podían ponerle un avión a cada español que estuviese en el extranjero. Dicho en plata, que se arreglaran ellos solitos sus problemas:
Yo lo que aconsejo a aquellos españoles que están residiendo en el extranjero, que están en sus casas, que se queden donde están. No a todos ellos les vamos a poner un avión porque, evidentemente, el Gobierno no puede ponerle un avión a cada español que se encuentre en el extranjero.
