Decían las redes con mucha coña la noche del 21 de marzo de 2020 que en TVE estaban dando un peliculón, ‘Pinocho‘.
Y la verdad es que no mentían. En pantalla, con voz engolada y pinta de ‘soy el más chulo del barrio y tiro porque me toca’ salía Pedro Sánchez para dar cuenta a los españoles del balance de la primera semana del estado de alarma decretado ante la pandemia por el coronavirus.
El presidente del Gobierno trató de vender como un éxito lo que está siendo una completa masacre y no dudó en mentir reiteradamente, bien con afirmaciones que no se sostenían o con ocultaciones groseras.
- «Seguimos las recomendaciones de la OMS»: El presidente del Gobierno tuvo la verdadera caradura de decir en su comparecencia que su gabinete había seguido desde el primer momento las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud. Lo cierto es que, de haber sido así, no habrían tenido lugar eventos como la manifestación feminista del 8 de marzo de 2020 en Madrid y en otras tantas ciudades y localidades españoles, donde cientos de miles de personas se echaron a la calle cuando ya el coronavirus estaba desatado. Y el aviso de la OMS no fue de un día para otro, sino que se produjo el 30 de enero de 2020.
- No menciona la advertencia de la UE de no celebrar el 8-M: Sánchez considera que puede vacilarse de la OMS, pero sabe que con la Unión Europea no se juega. Por eso, por mucho que ahora hable de que hay que hacer una labor comunitaria, el presidente olvidó mencionar que la UE le avisó de que celebrar el 8 de marzo de 2020, con multitud de manifestaciones en la calle era una temeridad, tal y como ha quedado patente con unas trágicas cifras de fallecidos.
- «Somos el país de la UE que más restricciones ha impuesto»: Otra falsedad como la copa de un pino. Pedro Sánchez obvió, entre otras razones porque le interesaba no torpedear el 8-M, los demoledores efectos que el COVID-19 estaba produciendo en Italia, especialmente en el norte del país transalpino. El gobierno italiano confinó la región de la Lombardía mucho antes que Sánchez adoptase medidas similares o incluso un país como Dinamarca, con apenas incidencia, ordenó el cierre de sus fronteras. Es más, el Gobierno de España, en muchos casos, ha ido a rebufo de medidas adoptadas por comunidades autónomas como la madrileña.
- Minimiza que España es la tercera nación con más contagiados por coronavirus: Y no es de extrañar porque cuando la pandemia entró en nuestro país, el gabinete sanchista tiró de ese optimismo propio de los ignorantes y aseguraba que poca repercusión tendría y lo reducía a casos aislados. Ahora, con el COVID-19 dejando ya en algunas jornadas más de 100 muertos en España, Sánchez sigue tirando de optimismo y vender que esta batalla la ganaremos…sin decir cuándo se producirá esa victoria.
- «Tratamos de anticiparnos y actuar con celeridad»: Sánchez no solo no tiene abuela, sino que además demuestra que es un perfecto alumno aventajado de Pinocho. España no tomó medidas sobre el coronavirus hasta que no pasó el 8 de marzo de 2020. El primer fallecido, en Valencia, a mediados de febrero, se vendió inicialmente como un muerto por neumonía, pero lo cierto es que el 4 de marzo de 2020 se supo que había sido por el COVID-19.
- «Hacemos de 15.000 a 20.000 tests diarios»: El presidente del Gobierno también presumió en su comparecencia de que España está a la vanguardia de países que están haciendo un gran número de pruebas para detectar nuevos casos de infectados. Sin embargo no estamos, por más que le pese a Sánchez, ni en el top 5 ni en el top 10. Incluso naciones con menos incidencia como Noruega sobrepasan a nuestra nación a la hora de efectuar esos análisis.
- Sánchez y su solidaridad ‘a la carta’: Una vez más, como aquel anuncio de una conocida empresa de seguro a la que ponía cara Matías Prats, el presidente del Gobierno llega tarde. Quiere vender ahora que el Ejecutivo va a ser tremendamente solidario y va a trabajar en pos de la fabricación de material como batas y mascarillas para luchar contra el coronavirus. Lo cierto es que ha tenido que ser alguien como el empresario gallego Amancio Ortega, que se ha puesto manos a la obra, el que haya dejado en evidencia a un Gobierno que ha sido pillado en paños menores a la hora de hacer frente a la pandemia.