Le han vuelto a coger al Gobierno de Pedro Sánchez en paños menores, aunque ya sabiendo toda la imprevisión del Ejecutivo cada vez sorprende menos.
Con la pandemia por coronavirus desbocada por todo lo largo y ancho de España, seguramente ya alcanzando los 10.000 fallecidos este 2 de abril de 2020, la Organización Mundial de la Salud, la OMS, y la propia Unión Europea advirtieron a Moncloa que se fuera proveyendo de material sanitario.
Y la recomendación-advertencia no fue a pocos días de que las cifras en España se disparasen hasta extremos incontrolables. Nada de eso.
El mensaje de la OMS llegó un 3 de febrero de 2020, cuando aquí no había fallecidos por coronavirus y, a lo sumo, se puso en cuarentena a unos turistas alemanes en La Gomera.
El organismo mundial pidió al Ejecutivo sociocomunista que se comprase material de manera preventiva y advertía en un informe que:
Hay que garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos.
Pero es más, el 11 de febrero de 2020 la OMS volvía a ofrecerle al Ministerio de Sanidad la posibilidad de hacerse con un remanente importante de mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas para poder luchar ante la llegada del contagio a España.
Pero el departamento de Salvador Illa rechazó la posibilidad, al igual que hizo Pedro Sánchez el 13 de febrero de 2020 en una reunión con los 27 miembros de la Unión Europea cuando se reclamó que se vigilara el desabastecimiento de medicinas y equipos importados desde China para no llevarse luego una desagradable sorpresa.
La respuesta del ministro de Sanidad deja bien a las claras que España estaba a lo que estaba, a las manifestaciones del 8-M:
España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento. Se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote.
¿Resultado de esta impericia? Pues que al final, después de la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, el Gobierno de Sánchez tuvo que lanzarse a la compra masiva de guantes y mascarillas en el mercado chino para poder proteger a sus profesionales sanitarios.
Lo que sucede es que a estas alturas en España ya son más de 13.000 los medicos y enfermeros infectados y siguen produciéndose problemas para acceder a esos elementos básicos de protección, amén de la tomadura de pelo de los tests para detectar los contagios por COVID-19.
EL 30 DE ENERO DE 2020 LA OMS YA LANZÓ UNA ALERTA DE EMERGENCIA
Pedro Sánchez y su ministro Illa no pueden alegar desconocimiento porque, tal y como se ha publicado en Periodista Digital, ya el 30 de enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud advirtió de los riesgos del coronavirus lanzando una alerta internacional de emergencia.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus fue bastante tajante:
¿Tenemos suficiente oxígeno médico, ventiladores y otros equipos vitales? ¿Tienen nuestros profesionales sanitarios la capacitación y el equipo que necesitan para mantenerse seguros?. Estas preguntas marcarán la diferencia entre un caso y 100 casos en los próximos días y semanas. Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es no, su país tiene una brecha que este virus explotará. Incluso los países desarrollados podrían sorprenderse.
