La estampa resulta completamente espeluznante, pero es el fiel reflejo de lo que el Gobierno Sánchez pretende edulcorar para no espantar al esforzado españolito de a pie.
La pésima gestión de lo inoperantes Pedro Sánchez, Salvador Illa o el ‘experto’ Fernando Simón ha provocado que a día de hoy, 8 de mayo de 2020, el coronavirus se haya llevado por delante la vida de más de 26.000 personas, según los datos de la oficialidad impuesta por el Gobierno socialcomunista.
Pero la realidad resulta mucho más atroz y con más cadáveres que añadir a la cifra que el Ejecutivo sanchista trata de vender a toda costa.
Si hasta el Instituto Carlos III, que también depende de Moncloa, ha precisado que el número de fallecidos por el Covid-19 supera los 30.000 y existen otros informes que hablan de un número en torno a los 40.000.
Sea como fuere, es un completo desastre que no admite disfraz o camuflaje alguno, por mucha gráfica al estilo del IBEX o de la evolución de cualquier factor económica se quiera emplear para despistar a los telespectadores.
El ejemplo más evidente es el que un avispado lector nos ha hecho llegar a Periodist Digital y que deja bien a las claras cuál esa la imagen que no querrán ver…ni que veamos los ciudadanos.
La tardanza de Pedro Sánchez, su ministro de Sanidad, Salvador Illa, o esa especie de científico despistado y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Illa deja en España una foto demoledora.
ESTO SÍ QUE PRODUCE UN VERDADERO ATRAGANTAMIENTO
El número de fallecidos por la acción del coronavirus en España supera de largo a la cantidad de personas que cada 31 de diciembre se arremolinan en la Puerta del Sol de Madrid para despedir al Año Viejo y dar la bienvenida al Nuevo.
Tengan en cuenta que son alrededor de una 20.000 los afortunados que pueden disfrutar de las 12 campanadas del reloj más famoso del país.
Con la recreación de la Puerta del Sol llena y vacía que les ponemos en la cabecera de la nota, piensen ustedes por un momento si esa cantidad de decenas de miles de ciudadanos fallecidos merece ser tratada como una mera estadística.
Consideren que el dato de fenecidos da ahora mismo, tirando por lo bajo, para llenar hasta la bola la madrileña Puerta del Sol y quedarían 6.000 personas en espera.
Y si nos vamos a las cantidades que Fernando Simón y su tropa nos oculta a diario, podemos tener perfectamente dos Puertas del Sol enteritas de personas que ya no lo pueden contar.
Desde luego esta estampa sí que produce verdaderos atragantamientos y no el que padeció hace unos días el director del Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad al que minutos antes de salir a una rueda de prensa engulló unas almendras y una de ellas se le fue por mal sitio y puso en un severo aprieto a Simón al que le costó por unos segundos seguir el normal curso de su tradicional rueda de prensa.