El desgaste del Gobierno por la mala gestión ante la crisis del coronavirus es evidente.
Y por cosas del ‘momentum’ en la política –en su sentido negativo– el más señalado en este momento Fernando Grande-Marlaska, el carismático juez que echa por tierra su antigua carrera por utilizar el ministerio de Interior para cerrar cualquier flanco político que surja contra el Ejecutivo.
Este martes 26 de mayo de 2020 ha salido Marlaska repentinamente, a formar parte de una rueda de prensa en la que inicalmente no participaría.
Estaba allí para negar la mayor, tenía que decir que el cese de Diego Pérez de los Cobos no fue por «pérdida de confianza», como adelantaban inicialmente fuentes del propio ministerio.
«La sustitución es única y exclusivamente debida a la política razonable de reconstitución de nuevos equipos», dijo el ministro intentando tomar por tontos a los periodistas, que al no tragarse semejante argumento insistieron con la misma pregunta.
De verdad el ministro Marlaska pretende comprar a la @guardiacivil por el cese de su mando jefe en Madrid con una subida del 20% del suelfo sueldo ? Esto está pasando?
— Ketty Garat (@KettyGarat) May 26, 2020
Pero el exjuez fue a más, y también desmintió de forma tajante cualquier intromisión del Ejecutivo en la Justicia española.
«En mi experiencia de 30 años como juez, hay una palabra que no conjugaré nunca; ‘injerencia’«, negando con esto que el cese del jefe de la comandancia de la Benemérita en Madrid, Diego Pérez de los Cobos, obedezca al caso de la investigación ordenada por Carmen Rodríguez-Medel, titular del juzgado de instrucción número 51 de Madrid.
Otro de los temas que debía aclarar era la dimisión del director adjunto operativo (DAO), Laurentino Ceña (Asturias, 1955). En este sentido el socialista se justificó en reiteradas oportunidadescon el mismo argumento: «Tenía previsto jubilarse en marzo».
No reconociendo que se trataba de una respuesta del teniente general para hacer honor a su antigüedad en la Guardia Civil, de un espaldarazo a la institución y una mirada frontal contra el pablosanchismo.
Lluvia de billetes para acallar las críticas
Fernando Grande-Marlaska no necesitó mucho tiempo para utilizar el populismo como herramienta política, apenas comenzó su intervención ya tiraba del presupuesto para acallar las voces críticas.
El ministro invitó a la fiesta de los millones a los agentes de la Guardia Civil. Justo en su momento más delicado como jefe de la cartera de Interior y tras la renuncia del director operativo del cuerpo, el DAO, Laurentino Ceña.
Marlaska ha salido tras el Consejo de Ministros a prometer como loco mucho dinero a Policía y Guardia civil a ver si logra que se olviden de lo que está pasando y los compra a todos como a los medios.
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) May 26, 2020
Habló de la aplicación del tercer tramo de la equiparación con la Policía Nacional, y anunció un gasto de 247 millones de euros.
La aplicación del mencionado tercer tramo de subida salarial, equiparará los sueldos a los de las policías autonómicas y se realizará en los próximos meses y por si fuera poco tendrá efecto retroactivo al uno de enero, según ha precisado el aún ministro.