No están nada contentos con ella dentro de la Guardia Civil.
María Gámez, que está a punto de cumplir medio año al frente de la Benemérita, no ha cosechado precisamente un aluvión de simpatías.
Más bien, todo lo contrario. Todo son pegas y malas caras cuando las asociaciones del Instituto Armado valoran el papel desempeñado por esta socialista a la que, como premio a sus fracasos electorales en Málaga, le han dado un puesto de relevancia como el de directora general de la Guardia Civil.
El diario El Español es quien ha sondeado la opinión que hay sobre Gámez dentro de las asociaciones del Cuerpo y el panorama resulta desalentador para su máxima rectora.
Por ejemplo, la Asociación Pro Guardia Civil considera que la persona encargada de llevar a buen puerto los designios de esta institución no ha demostrado estar a la altura cuando había que dar el callo:
En los malos momentos es cuando las grandes personas demuestran su valía. Se ha podido demostrar lo grande que le queda la responsabilidad que se requiere para el cargo.
Desde esta misma asociación se recuerda con amargura el momento de la destitución del coronel Diego Pérez De los Cobos como máximo responsable en Madrid. Los componentes de la Asociación Pro Guardia Civil tienen claro que Gámez no puede seguir un minuto al frente de tamaña responsabilidad institucional:
Lo mejor es que dé paso a otra persona.
Es más, un alto mando dentro de la Guardia Civil creyó que Gámez podía hacer historia, pero viendo su trayectoria en estos primeros seis meses matiza que:
Al final parece que va a hacer historia, pero no por lo motivos que todos pensábamos.
Otros que tampoco se fían de su directora general son los miembros de la Asociación Escala Suboficiales de la Guardia Civil, que ven en Gámez más a una política que a alguien que defienda al Cuerpo:
Ya no confiamos en ella. No nos vemos ya identificados con ella. Habría situaciones en las que podría salir a defender a la Guardia Civil sin comprometer a los mandos de Interior. Este podría haber sido uno de ellos. La profesionalidad y la integridad de los miembros de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que ha permitido que muchos políticos de todo signo estén en prisión pagando por sus delitos, es incuestionable e intachable. Nos gusta que te defiendan los de arriba, sentirte seguro. Pero no somos tan ingenuos como para no darnos cuenta de que María Gámez es una política.
Tres cuartas partes de lo mismo opina la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil:
Echamos mucho de menos que salga a defendernos. Le reprochamos que no haya salido en medios de comunicación defendiendo al cuerpo. Diciendo algo. Dando la cara. Lo que fuera. Esto contrasta claramente con su perfil humano porque ha llamado a los compañeros víctimas del Covid-19 que estaban hospitalizados. Pero no ha tenido la misma sensibilidad de protegernos a los que seguimos trabajando.