Pablo Iglesias vuelve a descalabrarse en el ‘Caso Villarejo’.
Un informe de la Policía Científica aportó nuevas evidencias que ponen en una situación comprometida al vicepresidente segundo.
El documento, elaborado para Asuntos Internos en abril de 2020, desvela que la tarjeta con las fotos íntimas de Dina Bousselham permaneció durante meses bajo el control del fundador de Podemos, antes de llegar hasta el comisario José Manuel Villarejo.
La copia del material llegó hasta Villarejo en abril de 2016. Sin embargo, Iglesias ya tenía el chip desde enero del mismo año.
La Unidad Central de Criminalística de Policía Científica logró la información a través de un estudio de los metadatos de una serie de archivos de dos dispositivos pertenecientes a Villarejo.
En concreto, de un disco duro con carcasa metálica plateada de conexión USB de 320 GB de capacidad, y un Pendrive DT101 de 16 GB.
La información obtenida hunde a Iglesias en sus ‘cloacas’, ya que abril marca el momento en el que Villarejo tiene acceso a esos datos privados de Bousselham. Es decir, tres meses posterior a enero de 2016, momento en el que Iglesias recibió del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, la tarjeta del móvil de su exasesora.
Coincidencias
Tras presentar los ‘pantallazos’, en los que se pueden leer mensajes de chats internos de Podemos, la diligencia apunta que, dado que los metadatos de este tipo de imágenes se eliminan para economizar almacenamiento en apps de dispositivos móviles, «no se puede extraer mucha información» de los mismos.
Sin embargo, añade que hay una serie de imágenes que son exactamente las mismas en ambos dispositivos, como la captura de pantalla en la que se podía leer a Iglesias comentando que azotaría a la presentadora de televisión Mariló Montero hasta que sangrara.
Indican, además, que esas copias se realizaron desde un tercer dispositivo al pendrive en abril de 2016, y al disco duro en julio de 2016.
Informe forense
El pasado 11 de junio, el magistrado Manuel García-Castellón ordenó a la Policía Científica que se realice un informe forense para determinar cómo se dañó la tarjeta de memoria del móvil de Dina Bousselham, que se encontraba bajo el poder de Pablo Iglesias.
Es importante recordar que Bousselham perdió su móvil a finales de 2015. Meses después de este hecho, la tarjeta micro SD apareció en la redacción de la revista Interviú en enero de 2016.
Sin embargo, el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, declaró que la entregó al líder de Podemos en perfecto estado.
En este punto inicia la polémica, ya que el juez acusa al líder de Podemos de ocultar, entre 5 y 36 meses, un pendrive con fotos íntimas de una colaboradora. El mismo instante cuando Iglesias perdió su condición de perjudicado en el juicio.
La acusación del juez supone un duro golpe para un Pablo Iglesias que, durante años y en el epicentro de su campaña política, acusó a las ‘cloacas del Estado’. Sin embargo, ahora es la Justicia la que señala su comportamiento.
Información clave
Dina Bousselham desveló en su última declaración, a mediados de mayo, que Iglesias le proporcionó la tarjeta «destruida».
Para demostrar su versión, la exasesora proporcionó al Juzgado unos emails con una empresa londinense con la que contactó para reparar la micro SD, pero con la que no alcanzó un acuerdo sobre el presupuesto para la reparación.
Sin embargo, el presidente del Grupo Zeta aseguró que el material de la tarjeta se podía ver perfectamente cuando lo entregó al vicepresidente segundo. En este sentido, todo apunta a que fue ‘destruida’ cuando estaba en manos del fundador de Podemos.
La Policía Científica deberá determinar cómo se dañó la tarjeta de memoria en la que estaban las fotos íntimas de Dina.