Los planes de Pedro Sánchez y sus socios golpistas van dando sus frutos.
De aquella negociación con los secesionistas que sostuvo la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, por supuesto mandada por Sánchez e Iván Redondo, ya afloran los resultados.
Recordemos que según desveló ABC el pasado mes de febrero, la ministra de la Presidencia propuso a los políticos presos la excarcelación si eso suponía el final del ‘conflicto'».
«El Govern reveló ayer que Carmen Calvo propuso el retorno de los huidos de la Justicia y la excarcelación de los condenados si eso suponía el final del «conflicto». Desde el punto de vista de las formas, una vicepresidenta habló por todo el Parlamento y por todo el Poder Judicial, como si España estuviese en un régimen autoritario, lo cual refleja el talante del Gobierno de Sánchez»
Pues en las formas y en el fondo, Sánchez se ha llevado todo por delante a cambio de mantenerse en la Moncloa, y es que este jueves 2 de julio, las juntas de tratamiento de las cárceles de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), Puig de les Basses, en Figueres (Girona), y en la de Mujeres de Barcelona (Wad-Ras) han propuesto el tercer grado penitenciario para los nueve líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo por impulsar el 1-O.
Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn, Dolors Bassa, Raül Romeva, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart deben estar hartos de los enormes privilegios que han disfrutado tras las rejas.
En rueda de prensa, el secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima de la Conselleria de Justicia de la Generalitat, Amand Calderó, explicó que han adoptado las nueve propuestas de progreso a tercer grado por unanimidad.
Esta era la finalidad del traslado de los presos a Cataluña, para que la Generalitat gestionara la competencia de Prisiones con los políticos independentistas.
La propuesta de este tercer grado ha tenido en cuenta el nivel de adaptación a las cárceles, la conducta, la red familiar y social, la capacidad de reinserción, si tienen antecedentes, el riesgo de reincidencia, el tiempo de cárcel cumplido, además de si se ha satisfecho la responsabilidad civil derivada del delito, y cómo así lo necesitaba el Gobierno socialcomunista, todo ha salido a pedir de boca.
Con esta nueva propuesta de clasificación se abre un periodo de dos meses en el que el Servicio de Clasificación debe estudiar las propuestas y emitir una resolución ratificando o no: si lo ratifica saldrían inmediatamente de manera ejecutiva.
Esto implica que los nueve presos seguirían su condena en régimen de semilibertad, durmiendo en la cárcel entre semana, gozando los inmensos privilegios por tener a Sánchez maniatado con unos votos en el Parlamento, y el fin de semana podrán pasarlo en sus casas.
Esto tras pasar apenas dos años y medio en prisión y a pesar de que fueron condenados por el Tribunal Supremo por delitos de sedición y en algunos casos malversación con penas que van desde los 13 años de cárcel para Junqueras a los 9 para Sànchez y para Cuixart.
