Pedro Sánchez mintió abiertamente en el Pleno del Senado del pasado 8 de septiembre.
El presidente del Gobierno buscó manipular con datos falsos a la oposición y lograr tener su apoyo en los Presupuestos Generales del Estado.
El socialista hizo énfasis en que sin unos nuevos Presupuestos no es posible “absorber” los 140.000 millones de euros que la Unión Europea ha destinado a España para hacer frente a la crisis del COVID-19.
“Los Presupuestos Generales del Estado son el tronco que permite canalizar los recursos procedentes de la Unión Europea. Desvincularlos sería una grave irresponsabilidad y comprometería también la absorción y la ejecución de esos 140.000 millones de euros durante los próximos seis años», afirmó el socialista.
Sin embargo, la Comisión Europea desveló que se trata de una mentira de Pedro Sánchez.
La institución internacional aclaró a El Mundo que «la presentación y valoración de los planes presupuestarios, y de los planes de recuperación y resiliencia son dos procesos separados y distintos».
«Aunque no existe vinculación formal entre ambos, es importante que los objetivos de cada uno de ellos sean consistentes con el otro», precisa la Comisión Europea.
Ahora bien, la petición de la Comisión que preside Ursula Von der Leyen no requiere que se aprueben nuevos Presupuestos como aseguró Pedro Sánchez, sino que podría bastar con hacer variaciones sobre presupuestos prorrogados.
Falsedad socialista
El presidente del Gobierno, que solicitó probar unos Presupuestos Generales del Estado “con el mayor apoyo posible, sin exclusiones”, tardó solo unos minutos en ir en contra de sus propias palabras y demostrar que seguía mintiendo.
El líder socialista, que ya marginó a VOX de las negociaciones de los PGE a 24 horas de llamar a “arrimar el hombro”, puso en la mira al PP de Pablo Casado.
En concreto, atacó al ‘popular’ por su “bloqueo político” e intentó culparle de “poner en riesgo la estabilidad y el correcto funcionamiento” de las instituciones del Estado, al negarse a negociar la renovación de órganos como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Las tensas negociaciones tampoco se vieron favorecidas por las declaraciones de Pablo Iglesias.
El vicepresidente segundo volvió a atrincherarse en la idea de excluir a Ciudadanos de la negociación de los Presupuestos, y centrarse en recabar los apoyos de las fuerzas que permitieron la investidura de Sánchez.
Viendo que el discurso ‘hacía aguas’ por todas partes, Pedro Sánchez intentó tirar de las orejas al líder de Podemos.
“Yo entiendo a quienes dicen: yo soy de esta ideología y no quiero pactar unos Presupuestos que vayan en contra de mis principios más elementales. Lo entiendo, porque evidentemente nosotros también tenemos nuestras convicciones y creencias ideológicas, pero también creo que tenemos que trascender esa dialéctica clásica, en un momento tan inédito para arrimar el hombro y juntar esfuerzos”.