Pedro Sánchez y sus ‘expertos’ sanitarios harían un papel ideal como trileros.
Después de semanas y de meses jugando con la cifra de muertos por coronavirus en España, quitando y sumando a capricho, llega el diario ABC y abre este 13 de septiembre de 2020 con un guarismo que dejará petrificado al más pintado.
Cerca de 54.000 fallecidos por Covid-19 es la cifra real y no los poco más de 29.000 que el Gobierno socialcomunista ha tratado de meter con calzador, incluso celebrando un acto de Estado para cerrar en falso ese capítulo de decesos por la pandemia.
Y el cálculo que presenta el rotativo de Vocento no es fruto de una elucubración. La fuente resulta más que fiable porque se trata de datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, que no es la primera vez que deja en orsay al Gobierno socialcomunista.
Se mire por donde se mire, los números son fríos e inamovibles. Podrán prestarse a opiniones diversas, pero la cuestión es que Pedro Sánchez ha ocultado a los ciudadanos españoles la realidad de los hechos.
El dato en cuestión viene además en plena segunda oleada de la pandemia por el Covid-19 y donde, una vez más, el Ejecutivo socialcomunista se ha empleado a fondo para maquillar la realidad. Una realidad que está dejando una media de 10.000 contagios diarios y más de 100 fallecidos en cada jornada en esos dos meses de julio y agosto de 2020.
Porque de los casi 54.000 fallecidos reales, 53.788 para ser precisos, entre los meses de julio y agosto de 2020 han perdido la vida a consecuencia del coronavirus más de 6.000, 6.363 concretamente.
Según el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa y el director del Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, la cantidad de defunciones no llegaría siquiera a las 1.500 en ese período.
Para los responsables de controlar los efectos de esta segunda oleada solo habrían perdido la vida en España unas 1.359 personas, es decir solo una cuarta parte de la cifra que aporta el Instituto Nacional de Estadística.
El diario ABC editorializa sobre esta información de alcance y deja bien a las claras que ya urge una investigación en condiciones sobre la gestión de la crisis del coronavirus en España.
Subraya que Sánchez y su equipo médico habitual se han instalado en la propaganda triunfalista:
Pasan las semanas de esta segunda fase de la pandemia por Covid-19 y el Gobierno de Pedro Sánchez sigue instalado en la misma dinámica de propaganda que durante el confinamiento, pero con la soltura que le da no ser el «mando único» de la respuesta a la crisis sanitaria. Junto a las muestras de preocupación por la evolución de la pandemia, sobre todo en Madrid, centro de la obsesión política de PSOE y Unidas Podemos, el Gobierno lucha como puede contra las cifras que ponen a España en el pelotón de cola de los países desarrollados en la lucha contra el virus.
Obviamente, se puede jugar con las cifras y extraer el fragmento que más interesa a los fines del Gobierno, pese a que la película completa cambia totalmente el argumento que se pretende colar a la opinión pública:
El mensaje de que la letalidad actual es de las más bajas de Europa es una muestra de cómo el Gobierno hurga en las estadísticas para montar un eslogan que dé un respiro a su nefasta gestión. El Gobierno está tomando como referencia de la mortalidad actual el final del estado de alarma, lo que, ciertamente, le permite presentar un resultado aparentemente satisfactorio. Pero si se suman todos los fallecimientos producidos desde el inicio de la crisis, en marzo, España tiene un porcentaje de mortalidad por Covid-19 del 5,4 por ciento, superior al de Estados Unidos, que es el del 3 por ciento. Y la cifra total no es la oficial, que ronda los 29.000 muertos, sino la real en torno a 53.000, si se aplican los excesos de mortalidad de estos meses.