Carmen Calvo está intentando tapar el sol con un dedo.
La vicepresidenta primera del Gobierno quiere tomarle el pelo a todos los españoles para lograr el voto a favor de los independentistas en los Presupuestos Generales del Estado.
A pesar de que la tramitación de los indultos a los presos del ‘procés’ es un evidente gesto a partidos como ERC y Junts, la socialista intentó negarlo descaradamente.
En declaraciones a los medios de comunicación en el Congreso, Calvo defendió que tramitar esos indultos es una «obligación» de la Administración General del Estado.
«En absoluto. Es una obligación. El ministro de justicia tiene plazos para tramitar los expedientes; plazos, que si los incumple incurre él mismo en un delito. Esos plazos durante el estado de alarma han estado suspendidos para muchas cosas en la administración pública, y una vez que se reanudan, cuentan los días y hay que cumplir con nuestras obligaciones», ha explicado.
Una “obligación” similar al pésame dado por el presidente Pedro Sánchez a Bildu por el suicidio de un etarra o las autorizaciones de Fernando Grande-Marlaska para acerca a los presos terroristas al País Vasco.
Con un PSOE y Podemos desesperados por contar con el respaldo de independentistas y nacionalistas, Carmen Calvo no tuvo más opción que echar ‘balones fuera’ y atacar de nuevo al PP.
En este sentido, solicitó al partido de Pablo Casado que «se serene», porque está en «una posición bastante irresponsable».
Irónicamente, no considera “irresponsable” las constantes concesiones del Gobierno a los partidos pro etarras o independentistas.
La triple humillación del PSOE ante Bildu
El PSOE se humilló hasta en tres oportunidades ante Bildu por el suicidio de un etarra en prisión.
La primera fue protagonizada por el propio Pedro Sánchez. Durante el Pleno del Senado, el líder del PSOE lamentó «profundamente» el «suicidio» del etarra Igor González en la cárcel guipuzcoana de Martutene.
Sus palabras fueron criticadas por la oposición, quienes consideraron inaceptable que el actual presidente del Gobierno mostrase su pesar por la muerte de un etarra.
En concreto, el presidente del PP, Pablo Casado, y el líder de VOX, Santiago Abascal, arremetieron contra Sánchez por dar el pésame a un senador de Bildu tras la «muerte voluntaria» en la cárcel del preso Igor González Sola.
Casado reprochó a Sánchez que ahora “condene la muerte de etarras” para contentar a Bildu y poder tener su apoyo a los próximos Presupuestos Generales del Estado. Por su parte, Abascal señaló al socialista que “no va a tener nuestro pésame por la muerte de uno de sus cómplices de investidura después de una vida de terrorismo, por la muerte voluntaria en una cárcel”.
A pesar de los tirones de oreja, el PSOE estaba dispuesto a seguir humillándose para acontentar a Bildu.
Segunda humillación
Fernando Grande-Marlaska también agachó la cabeza ante Bildu.
El ministro del Interior intentó calmar al partido proetarra, que pide “nuevas políticas” con los presos de ETA, recordándoles que “90 presos de ETA” han tenido beneficios carcelarios.
“En estos dos años con el tratamiento individualizado, no colectivo, 90 presos de la organización terrorista ETA han sido trasladados o han sido progresados en grado y siempre con el control judicial, como deber ser, evidentemente”, presumió Grande-Marlaska.
Sus palabras confirman el interés del socialista por tener guiños con los proetarras de Bildu y, de esta manera, recabar su apoyo de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado u cualquier otro requerimiento del PSOE.
Con dos grandes humillaciones encima, el PSOE abordó la más dolorosa para todos los españoles: ignorar a las víctimas del terrorismo.
Tercera humillación
Las asociaciones de víctimas del terrorismo, que durante los últimos meses intentan sin éxito frenar los beneficios de Grande-Marlaska a los presos etarras, tildaron a Sánchez de ser un “miserable” y “una vergüenza”.
Ángeles Pedraza, presidenta de honor de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), indicó en un mensaje colgado en su perfil de Twitter que:
“Señor Sánchez, es vergonzoso que se dedique a justificar el suicidio de un terrorista y a mostrar sus condolencias ante los que le mantienen en el gobierno, parece que ya no le cuesta dormir con los que legitiman mas de 50 años de terror en nuestro país, que pena de tantas vidas rotas”.
A pesar de las duras palabras de las víctimas del terrorismo, el PSOE mantiene su línea de bajar la cabeza ante Bildu. Sí, el partido con el que prometieron que nunca llegarían a un acuerdo y ante el que ahora se humillan en público para que sigan siendo sus aliados de Gobierno.