El vicepresidente utiliza el bolivariano 'cuento chino' del "golpe de Estado de derechas"

La ridícula excusa de Pablo Iglesias para evitar dimitir por la imputación del Tribunal Supremo

El líder de Podemos pone en duda que el Tribunal Supremo se atreva a tomar medidas en su contra

La ridícula excusa de Pablo Iglesias para evitar dimitir por la imputación del Tribunal Supremo
Pablo Iglesias y Dina Bousselham PD

Pablo Iglesias se está aferrando al cargo como un naufrago a la orilla.

El líder de Podemos rechazó abandonar la vicepresidencia segunda, pese a que sobran los motivos éticos tras conocerse que el juez Manuel García Castellón solicitó al Tribunal Supremo abrirle una causa penal por denuncia falsa y/o simulación delito, descubrimiento y revelación de secretos, con agravante de género, y delitos de daños informáticos en el ‘Caso Dina’.

A pesar de que Iglesias realizó peticiones de dimisión a otros políticos por menos que su imputación, ahora atribuye el proceso judicial a un golpe de Estado constitucional de la derecha.

«Las evidencias están ahí. No han aceptado el resultado de las urnas», insinuó el líder de Podemos.

Tras enviar a sus hordas y ‘trolls’ a atacar al juez en las redes sociales, Iglesias pone en duda que el Tribunal Supremo se atreva a tomar medidas en su contra.

«Ni como mera hipótesis concibo que vaya a haber una imputación. Todo el mundo sabe lo que va a decir el Tribunal Supremo. Vamos a pedir prudencia, pero es evidente lo que está ocurriendo. Es inconcebible que acepten la petición del juez, en este país todavía no han condenado a nadie por sus ideas. Sería inconcebible que en una democracia de la UE ocurriera algo así», afirmó durante una entrevista en Rac1.

Despreciando las acusaciones del juez, Iglesias resume las cloacas del ‘Caso Dina’ en un simple: «Los hechos son evidentes. A Dina le roban mi teléfono y aparece en el ordenador de Villarejo». Eso sí, deja por fuera algunos detalles como que, por ejemplo, mantuvo en su poder y sin avisar a Dina el material (incluidas fotos íntimas) durante meses.

Lejos de asumir responsabilidades, Iglesias vuelve a acusar a las “cloacas del Estado”. Esas que, según el juez Manuel García Castellón, fueron inventadas por Iglesias para ir a un juicio que les ofrecería un beneficio electoral.

En su línea, Iglesias alegó que «es demasiado evidente lo que está ocurriendo con las cloacas de nuestro país. Aquí se trabajó de forma ilegal, no sólo los policías de Villarejo, sino los medios de comunicación de la cloaca. Y cuando hemos entrado en el Gobierno, la derecha de este país está dispuesta a utilizar todos los medios para hacer caer a este Gobierno».

El vicepresidente asegura contar con el apoyo del presidente del Gobierno.

«Pedro Sánchez me ha dicho que esté tranquilo, es consciente de lo que está pasando y lo que pasó ayer. Es curioso que cuando el presidente presenta el plan de recuperación aparezcan determinadas cosas. La derecha sabe que por medios democráticos no va a hacer caer a este Gobierno», intentó defenderse.

El Senado grita ¡Dimisión!

El Senado vivió un momento histórico. En el Pleno de este 7 de octubre, los senadores lanzaron estruendosos gritos contra Pablo Iglesias: «¡Dimisión!, ¡dimisión!».

La petición de la salida, inmediata, del vicepresidente segundo llegó durante el turno de palabra de la senadora ‘popular’ Elena Muñoz Fonteriz.

En el debate del proyecto de ley del Impuesto de Transacciones Financieras, la senadora del Partido Popular mostró una captura de la noticia de la posible imputación a Iglesias y lo tildó inmediatamente de ser “una vergüenza”.

“Señores del Partido Socialista, esta situación del vicepresidente Iglesias es insostenible”, remarcó. Por lo que consideró que Pedro Sánchez “le debe cesar de forma inmediata, ya que está imputado por delitos muy graves y además con el agravante de género”.

Un aspecto en el que hizo énfasis. “¿Pero no son ustedes el partido que defiende a las mujeres? Cese inmediato del señor Iglesias”.

En ese momento, el pleno del Senado quedó cubierto de los gritos de «¡dimisión!, ¡dimisión!» dirigidos a Pablo Iglesias, del que Elena Muñoz ha dicho que «no puede permanecer ni un minuto más en el Gobierno de España».

En la misma línea, su compañero de grupo José Vicente Marí ha aprovechado otra intervención posterior en el debate para recalcar que «lo decente» hoy hubiera sido que su predecesor en el turno de palabra, el socialista Miguel Ángel Heredia, hubiera subido a la tribuna para «exigir a Sánchez el cese inmediato del señor Iglesias».

Motivos éticos para dimitir

El código de Ética de Podemos recomienda a Pablo Iglesias a dimitir tras la decisión legal tomada por el juez Manuel García-Castellón.

Algo que no es obligatorio debido a que Pablo Echenique se encargó de modificarlo en 2018 para evitar que los miembros del partido tuviesen que dejar su cargo en caso de imputación judicial.

Es importante recordar que uno de los puntos del código establece que existe:

“El compromiso de renuncia al cargo público, al cargo interno o a cualquier candidatura a dichos cargos en caso de ser procesado o condenado por las faltas o los delitos que se determinarán en el reglamento que a tal efecto publicará la Comisión de Derechos y Garantías, y que en cualquier caso incluirá siempre los delitos de corrupción, los económicos, el acoso sexual, las violencias machistas, la pederastia y el maltrato infantil, así como los delitos contra los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, los ecológicos y los urbanísticos”.

Justamente este aspecto fue el que aprovechó José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, para recordarle que, por coherencia y ética, el líder de Podemos debería abandonar su cargo político.

“Tiene un código ético donde dice que, si es imputado y además por uno de los delitos por los que se le está investigando, que debería dimitir. Es lo único que digo. No le pido otra cosa a Pablo Iglesias que aplicar el código ético de Podemos, que de ejemplo de coherencia alguna vez y….por tanto, que le toca dimitir”.

En las redes sociales también le han recordado sus palabras del debate a cuatro durante la campaña presidencial.

El líder de Podemos afirmó que, ante un caso de corrupción, bastaría con la apertura de juicio oral para exigir la dimisión. “Así de rápido y de concreto”, presumió Iglesias.

A pesar de que el juez no le atribuye delitos de corrupción, sí ocurre con otros que están a la misma escala, al menos, según el propio código ético de Podemos.

El machismo en Podemos

Desde Ciudadanos recordaron otra dualidad ética de Podemos. Mientras el partido de extrema izquierda da lecciones de igualdad y feminismo, el juez apunta a Iglesias como el presunto autor de delitos de revelación de secretos con agravante de género.

Un detalle que no pasa desapercibido para el diputado de Ciudadanos, Edmundo Bal, quien afirmó que “menos lecciones deberían dar en el momento en el que se encuentra Unidas Podemos y, sobretodo, Pedro Sánchez tiene la obligación moral de dejar de proteger a su socio de Gobierno y votar a favor de que se produzcan las comparecencias y comisiones de investigación que podamos pedir”.

“Si no fuera por el privilegio del aforamiento, Pablo Iglesias ya estaría imputado por delitos de denuncia falsa, daños informáticos o revelación de secretos. ¿Piensa seguir escondiéndose sin dar la cara ante los españoles en el Congreso?”, remató Inés Arrimadas.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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