La escena parece más propia de un patio de colegio que del Congreso de los Diputados.
La sesión de control al Gobierno de este 14 de octubre de 2020 dejó momentos broncos a la vez que bochornosos, un claro ejemplo de la decadencia de la clase política a manos de una izquierda que se comporta como hooligans jaleando.
Todo comenzó con una pregunta de Cuca Gamarra, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, dirigida a Carmen Calvo a quién reprochó que su actividad política más destacable durante las últimas semanas ha sido «prestar amparo» al vicepresidente Iglesias en sus asuntos judiciales. «Parece mentira que siendo usted tan feminista respalde el machismo del señor Iglesias en el caso Dina», afeó la popular.
En ese momento la bancada podemita se levantó generando un gran revuelo en el Congreso. Esta escandalosa escena se producía mientras la presidenta, Meritxell Batet, pedía silencio a los diputados.
«Poca moderación veo yo aquí»
«El agravante de género es lo único que les faltaba a ustedes…», siguió Gamarra antes de ser interrumpida de nuevo. Esta vez su grupo protestaba contra la actitud de la bancada podemita. «Poca moderación veo yo aquí», se escuchaba a Egea a través del micro de su compañera.
«El aforado Iglesias dice que no concibe ni como mera hipótesis que se le abra una causa penal, pero simultáneamente presiona al Tribunal Supremo para que no impute. Avasallar las instituciones, subvertir la democracia, suplantar el estado de derecho por un régimen populista. Eso es lo que es una amenaza para la calidad democrática«, criticó Gamarra.
Este recital de verdades le sentó muy mal al partido morado que le impedía seguir a portavoz del Grupo Popular quién pedía el amparo de Meritxell Batet para continuar con su intervención.
«Señora Gamarra, el hemiciclo está en silencio, prosiga por favor», era la respuesta que recibía de una Batet cómplice con el espectáculo del partido morado.
