¿QUIÉN ES EL LINCE QUE HACE LAS ADQUISICIONES EN EL MINISTERIO DE SANIDAD?

Salvador Illa es un chollo para las empresas sanitarias: pagó 8 veces más por unos respiradores

Mascarillas con sobrecoste o contratos con empresas de dirección desconocida, son solo algunas de las chapuzas ministeriales

Salvador Illa es un chollo para las empresas sanitarias: pagó 8 veces más por unos respiradores

Ser dueño a día de hoy de una empresa de suministros sanitarios es casi como si hubiese tocado la lotería.

Porque, ¿qué podría salir mal cuando el titular del Ministerio de Sanidad es Salvador Illa? Nada, su falta de previsión al inicio de la primera ola de la pandemia provocó las prisas de última hora y empezar a pagar a precio de oro por un material que en algunos casos resultó defectuoso.

El nuevo despropósito en el capítulo de compras lo conforma la adquisición de unos 200 respiradores que han costado un ojo de la cara al departamento de Illa.

Y todo por lo de siempre, por la falta de previsión y por fiarse de la primera empresa que pasaba por delante del Paseo del Prado en Madrid, sede del Ministerio.

Según publica este 4 de noviembre de 2020 el diario La Razón, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) pagó nada más y nada menos que 49.610 euros por cada uno de los 200 respiradores que compró para combatir la pandemia del coronavirus.

El dato resulta escandaloso a más no poder porque el precio de estos aparatos por unidad es de 6.432 euros. No hace falta ser un Pitágoras en la materia para deducir que el sobrecoste abonado por Salvador Illa es ocho veces superior.

En definitiva, mientras a cualquier empresa solo hubiera tenido que abonar Sanidad un precio total por los 200 respiradores de no más de 1,3 millones de euros, con la gestión hecha de manera torticera por el INGESA la broma se ha elevado hasta los casi 10 millones de euros

La empresa beneficiada por la generosidad del departamento sanitario del Gobierno socialcomunista fue empresa Tec Pharma Europe, S.L. Esta compañía, sita en el municipio granadino de Armilla, es de las que en su momento aparecía como empresa con dirección desconocida y cuya fundación databa del 31 de diciembre de 2019.

COMPRAS QUE HUELEN A PODRIDO

El problema para Salvador Illa es que su ministerio no ha sido precisamente un ejemplo a seguir a la hora de la adquisición del material sanitario necesario para combatir la pandemia por el coronavirus.

En este contexto, Sanidad ha cumplido con esa máxima de tarde, mal y (casi) nunca.

Ha adquirido, por ejemplo, mascarillas a un precio desorbitado, mucho más caras que si hubiese recurrido directamente a un supermercado de una gran superficie comercial. 460 millones de mascarillas a un precio de 0,78 la unidad cuando en un establecimiento sale el paquete de diez mascarillas a seis euros, es decir 60 céntimos la pieza.

Otra muestra de las chapuzas de sanidad fue la adquisición de 20 dispositivos de ventilación invasiva a un precio entre seis y diez veces superior a su valor real. La operación la selló con HongKong Travis Asia Limited y cada respirador,costó 62.703 euros.

A principios de mayo de 2020, el ministro Illa tuvo que dar cuenta de las razones por las que 313 millones de euros habían sido gastados en 14 contratos con empresas que no tenían domicilio conocido según se publicaba en el propio Boletín Oficial del Estado.

Al titular de Sanidad no le quedó más remedio que decir que todo había sido producto de un error administrativo y que se solventaría el mismo.

El broche de oro vino cuando el Ministerio de Salvador Illa llegó a suscribir un contrato para el suministro de cerca de un millón de hisopos con una empresa que ni estaba especializada en el sector sanitario ni tenía empleados dados de alta. De traca. Y todo al ‘módico’ precio de más de 4 millones de euros.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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