Quédense con su nombre porque a buen seguro va a pitar bastante.
Se trata del catedrático de Derecho Internacional Privado Rafael Arenas García, que en sus redes sociales ha salido con el cuchillo entre los dientes para poner en tela de juicio la cátedra que le han regalado a la mujer del presidente Sánchez, Begoña Gómez.
Arranca su post en Facebook con toda la fuerza del mundo?
¿Que se ha creado una cátedra en la Complutense para la mujer de Pedro Sánchez? Pero… ¿qué currículum tiene Begoña Gómez para que se le dé la dirección de esta cátedra extraordinaria?
Aclaremos, para quienes no estén familiarizados con la jungla académica, que esta cátedra no tiene nada que ver con lo que es una cátedra funcionarial. No es que hayan hecho a Begoña Gómez catedrática. No es eso.
Explica qué tipo de cátedra es el que se ha otorgado a Begoña Gómez:
Las cátedras extraordinarias como ésta no son más que un dinero que aporta alguien externo a la universidad para que se estudie un determinado ámbito. Con ese dinero se paga lo que cobra el titular de la cátedra, el personal administrativo, se cubren los gastos de funcionamiento y si acaso, los costes de otros investigadores senior o en formación.
No es, como digo, una posición de catedrática; pero la universidad que pone el nombre ha de velar para que el proyecto tenga cara y ojos y que quien esté al frente tenga suficiente prestigio como para alejar la imagen de que sea un chiringuito para algún enchufado.
Y, obviamente, se plantea nuevas preguntas:
¿Cuál es el CV académico de Begoña Gómez? ¿Qué títulos tiene? ¿Qué artículos ha publicado? ¿Qué tesis ha dirigido? ¿Qué estancias de investigación ha realizado? ¿Qué ponencias o comunicaciones ha presentado a congresos? ¿Cuál es su posición en el google scholar? ¿cuál es el contenido de su página en orcid, la base de datos de investigadores? No son preguntas capciosas, son preguntas legítimas que todos nos hacemos cuando algo así ocurre.
Insiste en que no tiene problemas en que la dirección de la cátedra de marras sea otorgada a alguien que no cuente con un historial académico, pero al menos sí que debería de tener un currículum profesional que acreditase lo que no deja de ser un enchufe en toda regla:
Y para ser justos. También puede ser que la dirección de la cátedra se otorgue no a alguien con un extraordinario currículum académico, sino a un profesional de extraordinario prestigios que quiere conectarse con la universidad. Si es así la pregunta es qué méritos profesionales puede presentar Begoña Gómez.
Reclama que sus cuestiones sean resueltas porque de quien se está hablando no es precisamente una don nadie, sino nada más y nada menos que la mujer del presidente del Gobierno de España:
Y si estas son preguntas que siempre nos planteamos cuando se crea una cátedra exrtraordinaria, si quien la va a dirigir es la mujer del presidente del gobierno, es evidente que la respuesta a todas ellas debería ser exhaustiva.