El Falcon de Pedro Sánchez está sufriendo unas fuertes turbulencias.
La Audiencia Nacional investiga si el líder del PSOE realizó desplazamientos privados con las aeronaves del Estado durante enero y mayo de 2019.
Tras desestimar el recurso presentado por el Gobierno (por medio del cual pretendía no tener que dar cuenta de los aviones oficiales), la Audiencia Nacional emplaza al Gobierno a dar toda información sobre el uso privado de Sánchez de los aviones oficiales.
La investigación, que está generando una gran inquietud en el PSOE, inicia tras la petición de información de una particular que solicitó conocer los vuelos de carácter privado que realizó Sánchez dentro de España.
Después de que no le facilitaran dicha información, fue al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno donde en octubre de 2019 le dieron la razón. En este sentido, la resolución dictada señalaba en su parte dispositiva que estimaba la reclamación de esa persona contra la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno.
Asimismo, la resolución da luz verde al Ejecutivo para dar cuenta de los desplazamientos y enviar «copia de los informes justificativos de la necesidad de utilizar medios de transporte aéreos oficiales, si los hubiere».
Pero ante eso, la Abogacía del Estado, en representación de la Administración General del Estado, argumentó que ese registro de vuelos «no existe» dado que «la Vicesecretaría General de la Presidencia del Gobierno no dispone de un archivo, base de datos o sistema de información sobre los medios de transporte utilizados en cada uno de los desplazamientos efectuados».
Además, añadían que «entre las competencias atribuidas a la Presidencia del Gobierno, a la que se circunscribe la actividad del órgano, no se encuentra ni la gestión sobre el parque automovilístico del Estado, ni la gestión del Grupo 45 del Ejército del Aire al que pertenecen las aeronaves destinadas al transporte de altas personalidades del Estado, entre ellas el Presidente del Gobierno».
Finalmente, remataban alegando que el caso era complejo y se planteaban hasta qué punto el jefe del Ejecutivo deja de serlo «en algún momento del día» y en qué momentos y circunstancias cesaría tal condición».
«En qué condiciones o circunstancias la utilización de un medio oficial de transporte se encontraría bajo el amparo de tal condición y en cuáles no», ahondaban.
Pero el Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 2 de la Audiencia Nacional en su sentencia, da un toque de atención al Gobierno.
Le ‘cortan las alas’ al PSOE
La Audiencia Nacional establece que el hecho de no haber contestado a la solicitud de información y no haber realizado alegaciones en el trámite ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno «evidencia una actitud renuente a facilitar» información. «Planteamiento o pretensión que mantiene en esta sede».
En este sentido, le recuerda que la Presidencia del Gobierno «debería disponer» de esa información solicitada, y que si no es así, a lo sumo habrá de ordenarla para facilitársela a la interesada.
Como si fuera poco, la Audiencia Nacional va un paso a más y le explica que pueden obtener la información consultando las fuentes en que consten los desplazamientos del presidente del Gobierno, en los medios aéreos y periodo indicados, discriminando entre los de naturaleza oficial y privada.
«En el caso de que, como indica la resolución del Consejo, no se hayan producido desplazamientos privados del presidente del Gobierno durante el período fijado en la solicitud en los que se hayan usado medios oficiales, se deberá indicar expresamente», añade.
«Cuesta entender que Presidencia carezca de información sobre los desplazamientos privados del presidente del Gobierno en medios aéreos oficiales, cuya existencia no niega, y que desconozca cuál sea la Administración que disponga de ella», apunta la sentencia.
Para evitar cualquier tipo de censura bajo la excusa de la seguridad, la Audiencia Nacional recalca que la información requerida no implica además ningún perjuicio a la seguridad del Estado ya que «se trata de hechos ya acaecidos, que no se trata de una información clasificada y, finalmente, que los desplazamientos son de conocimiento público en la mayoría de las ocasiones dada su cobertura mediática».
Hasta el momento desde Moncloa se ha aplicado la transparencia cero en todos esos viajes, si bien algunos de esos usos presuntamente impropios de los medios de transporte a disposición del Gobierno se han conocido por filtraciones o por que era imposible ocultar, tal y como fue el caso del viaje a un festival de música, junto a su mujer, Begoña Gómez, poco después de acceder por primera vez a la Moncloa por la vía de una moción de censura contra Mariano Rajoy.
‘Despilfarros gourmet Sánchez’
Cuenta OkDiario que el Gobierno ha cerrado la contratación de las viandas que aparecerán en los aviones reservados al propio Ejecutivo y a la Casa Real, y los números asustan: 40.000 euros anuales.
En la carta destacan marcas muy específicas, como vinos Ribera del Duero reserva ‘Pago de los Capellanes o equivalente’, Rioja ‘El Puntido’, Brandy Carlos I, Ginebra Seagrams o Bombay Sapphire o whisky 12 años Cardhú, Chivas o Johnnie Walker Black Label.
La lista de ‘misceláneos’ es variada y amplia y comprende desde caramelos Solano -en tres sabores: café, normal y fresa y nata-, patatas Matutano o cacahuetes Eagle a otros más ‘gourmet’ como pulpo en salsa gallega Pescamar, anchoas de Santoña El Consorcio, ventresca de bonito del norte Campos y otras conservas de mejilones, almejas y berberechos. También hay orujo, licores de manzana y naranja, pacharán, pastas de mantequilla, aceitunas rellenas de pimiento o anchoa y surtidos de frutos secos, refrescos o infusiones.
Con el anterior menú ocurría parecido
El Gobierno Sánchez gastaba casi la misma cantidad en los caprichos gastronómicos de los aviones que lo que le costaba un total de 6.000 menús para los trabajadores del Palacio de La Moncloa. Mientras los empleados que desempeñan sus funciones en el complejo presidencial se tienen que conformar con un almuerzo (o una cena) con productos que no resultan muy onerosos, los ocupantes de los aviones oficiales disfrutan de una amplia carta donde solo se disfruta calidad por arrobas.
Ahora, con el nuevo contrato, la cuantía gira en torno a números parecidos: más de 5.800 menús para los snacks de los aviones.