Pedro Sánchez es consciente del gran descontento de los españoles hacia su Gobierno.
Sus peligrosos pactos con independentistas y proetarras, así como su nefasta gestión de la crisis del COVID-19, hacen que el líder del PSOE visite el Hospital de La Paz como si fuese a una zona de guerra.
El presidente del Gobierno no había pisado un hospital público a lo largo de la pandemia del coronavirus.
Quizá en un intento de evitar el amargo trago que ya pasó en mayo de 2020, Iñigo Urkullu. El lehendakari fue recibido con abucheos y gritos de los profesionales sanitarios, que no cesaron hasta que abandonó el hospital de Cruces (Vizcaya).
Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. En su visita, junto al ministro Salvador Illa, fueron protagonistas los abucheos contra los socialistas. Sin embargo, desde el Gobierno PSOE-Podemos esperaban un escenario aún más hostil.
Difusión de los abucheos con los que han recibido a Sánchez y a Salvador Illa en su visita al Hospital de la Paz. pic.twitter.com/g3Pug2GArP
— Mazzinguerzetta (@Mazzinguerzett1) November 27, 2020
El presidente del Gobierno contó con un amplio despliegue de seguridad que, como quedó captado por las cámaras de la prensa, contaba con hasta un maletín anti-balas. Una medida de seguridad que el líder del PSOE ya había tenido a mano hace un año durante su visita hace un año a la ciudad de Barcelona.
Tanto el escolta más cercano de Pedro Sánchez como el que custodiaba la seguridad de Salvador Illa tenían los maletines anti-balas en todo momento.
Lo que demuestra que hay una gran preocupación por parte del Gobierno sobre la reacción que puedan tener los ciudadanos (en especial los pacientes de COVID-19 y sus familiares) al verse con los representantes del Gobierno.
El maletín, fabricado en Kevlar, busca simular una cartera ejecutiva que, en caso de necesidad, se despliega y contiene un escudo flexible para proteger de pies a cabeza a una persona, o a varias, si fuera necesario.
La actitud paranoica de Pedro Sánchez y su equipo recuerda a la de Nicolás Maduro.
Fue justamente el tirano venezolano se escondió detrás de estos maletines durante el presunto ataque con drones que, finalmente, apuntó más a un posible montaje por parte de la dictadura bolivariana.
Ráfagas de abucheos
Pedro Sánchez y Salvador Illa solo se llevaron una ‘ráfaga’, pero de abucheos.
Los abucheos y los gritos de «fuera, fuera» fueron perfectamente audibles y recogidos, para disgusto seguramente de Rosa María Mateo, por las cámaras del Canal 24 Horas de RTVE que cubría la entrada del jefe del Ejecutivo y del titular de Sanidad.
Con lo que no parecían contar Sánchez e Illa es con el cabreo sordo de una ciudadanía y de unos profesionales de la sanidad pública que han visto como durante este tiempo se ha intentado evitar la visita a los centros sanitarios.
Sin embargo, no es la primera vez que los españoles demuestran al presidente de Gobierno su total rechazo.
Sánchez también probó una cucharadita de ‘jarabe democrático’ en Pamplona.
El presidente del Gobierno acudió al Palacio de Navarra el 13 de noviembre, donde fue recibido con un ensordecedor abucheo de los ciudadanos.
A pesar de que el líder del PSOE rehuyó de las preguntas de los periodistas, no se pudo escapar de las imágenes que demuestran el descontento de los españoles por su pacto con los proeatarras de Bildu en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Sin olvidar que, el sábado 25 de enero de 2020, el líder del PSOE acudía por primera vez como presidente del Gobierno a los Premio Goya y se llevó por recuerdo un abucheo que bien se encargaron de ocultar los responsables de Televisión Española (TVE).
Efectivamente, según ha podido constatar Periodista Digital, la alfombra roja para Sánchez se convirtió en ‘negra’ porque los malagueños que esperaban la llegada de los invitados, estrellas y actores españoles dedicaron una sonora pitada, silbidos, gritos y abucheos al presidente del Gobierno.