Podemos está desesperado por encontrar espacios para atacar al Rey Felipe VI.
Tras fracasar en su intento de crear una comisión de investigación sobre el uso de tarjetas black por parte de Juan Carlos I tras su abdicación en junio de 2014, Pablo Iglesias optó por ‘comerle la tostada’ a Arancha González Laya y volver a meter sus narices en materia de política internacional.
El vicepresidente segundo logró colarse, una vez más, en un evento organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En concreto, participará como ponente en la Conferencia de Embajadores que se celebrará el lunes y el martes próximos en Casa América para hablar ante el cuerpo diplomático sobre la agenda 2030.
Su presencia es un capricho del líder de Podemos por acercarse a los representantes de los gobiernos liderados por la extrema izquierda, ya que su participación no estaba prevista en la agenda original de la Conferencia de Embajadores.
Es importante recordar que las jornadas, que serán inauguradas por Pedro Sánchez y clausuradas por el Rey Felipe VI, estaban programadas originalmente para los días 11 y 12 de enero, pero tuvieron que ser suspendidas por el temporal ‘Filomena’.
El cambio de fecha permitió que Pablo Iglesias pasara por encima de Arancha González Laya y lograse cambiar la programación para convertirse en el nuevo ponente y tener sus ‘cinco minutos de fama’.
Iglesias está transformando en una práctica común el entrometerse en la política exterior. Así lo demostró en su viaje a la toma de posesión del nuevo presidente de Bolivia (a pesar de no formar parte de la comisión oficial que era presidida por el Rey Felipe VI y Arancha González Laya).
Su injerencia no se limitó a participar en el viaje internacional, sino que mantuvo una agenda paralela con dirigentes de la izquierda radical latinoamericana (incluida la dictadura de Nicolás Maduro), además de que promovió y firmó la Declaración de la Paz, de la que se desmarcó el Gobierno.
Provocación a Marruecos
Pablo Iglesias también se ha entrometido en la relación bilateral de España con Marruecos, fijando públicamente posición a favor de la celebración de un referéndum en el Sáhara o enviando a su número dos en el Ministerio de Asuntos Sociales a una reunión con dirigentes del Frente Polisario.
Una provocación que han mantenido en las últimas horas algunos representantes del partido de extrema izquierda.
A través de las redes sociales, diputados de Podemos se han sumado a una carta dirigida a Joe Biden para solicitar que dé marcha atrás en el reconocimiento como marroquí del Sáhara Occidental por parte de Donald Trump el pasado 10 de diciembre.
En la carta, a la que se han sumado entre otros Lucía Muñoz así como Antón Gómez Reino y el diputado de ERC, Joan Josep Nuet, aseguran que aunque no tienen «ninguna intención de interferir en la soberana decisión de Estados Unidos en materia de relaciones internacionales».
?? He firmado esta carta a Joe Biden para que apoye la legalidad internacional en relación con el Sàhara Occidental, que no es marroquí.#elsaharanoesmarroqui pic.twitter.com/NIxzKHaJro
— Lucía Muñoz Dalda ? (@luciadalda) January 14, 2021
Sin embargo, alegan que están en la obligación de reaccionar puesto que la medida afecta «los derechos de una tercera parte de los saharauis”.
Enviamos esta carta a Joe #Biden, como próximo Presidente de EEUU para que respete a legalidade internacional no Sáhara Occidental. #SaharaLibre ?? pic.twitter.com/phDV24eLIg
— Antón Gómez-Reino? (@AntonGomezReino) January 14, 2021
