La extrema izquierda viene presionando a favor de las expropiaciones desde el inicio de la pandemia del COVID

Sánchez copia a Chávez en su Ley de Seguridad Nacional: ‘barra libre’ expropiaciones sin control del Congreso

El borrador de la Ley de Seguridad Nacional autoriza a la toma del Estado de bienes privados mediante un Real Decreto, así como lo implementó el dictador venezolano

Sánchez copia a Chávez en su Ley de Seguridad Nacional: ‘barra libre’ expropiaciones sin control del Congreso
Pedro Sánchez y Hugo Chávez PD

Pedro Sánchez está siguiendo de cerca los pasos del dictador venezolano Hugo Chávez.

No solo por intentar el asalto al Poder Judicial, sus críticas a los medios de comunicación y asociación con la extrema izquierda, sino también por el uso de las leyes para atentar contra la propiedad privada.

Así lo indica el borrador de la Ley de Seguridad Nacional que ha difundido ‘La Razón’. Según el diario, la nueva normativa autorizará al Estado para disponer de todos los recursos públicos y privados en “aras del bien común”. Es decir, una ‘barra libre’ de expropiaciones que, además, será inmune a los controles de otros organismos públicos.

“La actuación de la seguridad nacional, mediante la declaración por el Presidente del Gobierno de una situación de interés para la seguridad nacional, permite integrar la acción de todos los recursos disponibles de las administraciones públicas afectadas, e incluso aquéllos que estuvieran en mano de particulares, mediante el ejercicio de las potestades ordinarias previstas por el ordenamiento jurídico”, indica al borrador de la Ley de Seguridad Nacional.

Es decir que, así como hacía el dictador Hugo Chávez, el Gobierno PSOE-Podemos podrá poner sus manos sobre la propiedad privada a golpe de Real Decreto. Un camino que le permite actuar sin tener que pasar por los controles o autorizaciones del Congreso de los Diputados o del Consejo de Seguridad Nacional.

Un modelo que lleva la ‘firma’ de Unidas Podemos, cuyos líderes estuvieron entre los principales asesores del dictador venezolano, cuyo modelo político llevó a una tiranía perpetuada por Nicolás Maduro, junto con el respaldo de los regímenes de China, Rusia, Irán y Cuba.

La normativa que tiene en el bolsillo Pedro Sánchez también establece que, “si existen razones de urgencia o de oportunidad que así lo exijan”, se podrá expropiar saltándose los trámites respectivos.

‘La Razón’ hace énfasis en que, según recoge el borrador, el proyecto de ley se compone de un artículo único y dos disposiciones finales que tiene como único objeto la modificación de la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional. En este sentido, el tiene como objetivo reformar el Título IV, el correspondiente a la “Contribución de recursos a la Seguridad Nacional”. Este Título IV se subdivide en cuatro capítulos.

La principal polémica se encuentra en el capítulo III que, literalmente, otorga al presidente del gobierno “la potestad de dictar directamente el Real Decreto de declaración de la situación de interés para la Seguridad Nacional, sin necesidad de reunir previamente al Consejo de Seguridad Nacional” o al Congreso de los Diputados.

Además, la nueva redacción del Título IV, relativo a la Contribución de recursos a la Seguridad Nacional, establecería en su artículo 28.1 que «en los casos de situación de interés para la Seguridad Nacional, cualquier persona, a partir de la mayoría de edad, estará obligada a la realización de las prestaciones personales que exijan las autoridades competentes, siguiendo las directrices del Consejo de Seguridad Nacional o de la autoridad funcional, sin derecho a indemnización por esta causa, y al cumplimiento de las órdenes e instrucciones, generales o particulares, que aquellas establezcan”.

Asimismo, en su artículo 3, dice, explícitamente que se “podrán proceder a la requisa temporal de todo tipo de bienes, así como a la intervención u ocupación transitoria de los que sean necesarios y, en su caso, a la suspensión de actividades”.

Unas medidas que recuerdan mucho a las expropiaciones chavistas durante la revolución de Hugo Chávez.En concreto, el borrador habla de la posibilidad de nacionalizar empresas para crear “una Reserva Estratégica basada en las Capacidades Nacionales de Producción Industrial” para asegurar la disponibilidad de los servicios esenciales y el suministro de bienes y suministros considerados básicos.

Pasión por las expropiaciones

La pandemia del COVID-19 mostró cómo figuras de la izquierda y la extrema izquierda rápidamente promovieron la idea de expropiar a empresas privadas para combatir la crisis sanitaria.

“Cuando una pandemia provoca que mucha gente acabe dándose cuenta de que el interés colectivo de la sociedad debería estar siempre por encima del lucro privado y del egoísmo individual. Sí, Hugo Chávez tenía razón. ¡Exprópiese! (además, lo ampara el art. 128 de la Constitución)”, publicó en las redes sociales la politóloga catalana Arantxa Tirado.

La misma que, como ha conocido Periodista Digital, es financiada por el régimen tanto para blanquear a la dictadura de Nicolás Maduro en España como para promover las ideas ‘bolivarianas’.

Sin embargo, no fue la única que ha puesto sobre la mesa la ‘carta’ de las expropiaciones al sector privado, a pesar de que justamente fue y es aquel que más está contribuyendo a paliar los efectos de la pandemia.

Lejos de solicitar la implicación y “repartición de la riqueza” a Javier Bardem, Jordi Evolé o El Gran Wyoming (con reconocidas fortunas y pensamiento ‘progre’), los comunistas españoles ponen la mira en aquellos que históricamente han considerado el ‘enemigo’ de la ‘clase obrera’.

Portavoces chavistas

Antonio Maestre también coqueteó con las expropiaciones al estilo ‘bolivariano’. A las puertas de los días más duros de la primera ola de la crisis sanitaria por el coronavirus, el tertuliano aprovechó su participación en el programa ‘Al Rojo Vivo’ de laSexta para dejar caer la idea de las nacionalizaciones aprovechando el desconcierto general por la pandemia proveniente de China.

“Yo no tengo mucho conocimiento absoluto para conocer cuál es la mejor manera para proveer de nuevos respiradores y cuál es el elemento fundamental, si hay que nacionalizar empresas de suministros sanitarios. Es complicado”, afirmó Antonio Maestre. Ese que buscaba en la expropiación de las inversiones privadas la solución para la falta del material médico es el mismo que se burlaba de aquellas personas que ya estaban usando mascarillas.

Es importante recordar que el tertuliano afirmó, el pasado 25 de febrero, en su cuenta de Twitter que “es más probable morir atropellado porque la mascarilla para protegerte del coronavirus se mueva y te tape los ojos que por el propio virus».

Pablo Echenique también utilizó las redes para solicitar la expropiación de las empresas privadas. En un tweet publicó el número “128.2”, lo que es una referencia al artículo de la Constitución con esa numeración, que Podemos ha reivindicado en numerosas ocasiones como uno de los más importantes de la Carta Magna.

Un artículo que reconoce la legitimidad de la acción pública en la economía, incluso la intervención de empresas, si así lo requiere el interés general. De hecho, en su punto uno señala que “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”.

Pablo Iglesias

Durante una entrevista del pasado 1 de abril de 2020 en el telediario de Telecinco, Pablo Iglesias mostró que su pasión por la Constitución tiene una finalidad: aprobar las expropiaciones al mejor estilo de Hugo Chávez. Una misión que ha intentando disfrazar con un falso patriotismo: “El artículo 128, que nos dejaron los padres y las madres de la Constitución, sirve para definir el patriotismo. El patriotismo es poner lo general por delante de lo particular”, dijo en la entrevista realizada en mitad de la crisis sanitaria por el coronavirus.

El estado de alarma se había convertido en una oportunidad para que el fundador de Podemos intentase una de sus metas políticas: meter las manos dentro del sector privado. Un objetivo que ya estaba impulsando fiscalmente, pero que el COVID-19 le podría dar la opción de hacerlo con un tradicional “exprópiese” chavista.

“A veces, el gobierno puede decirle a una empresa farmacéutica que fabrique determinados medicamentos para curar a la gente o tiene que decirle a una fábrica de automóviles que fabrique respiradores para salvar a muchos compatriotas que necesitan esos respiradores para vivir. El gobierno puede pedir sacrificios a algunos particulares para que el interés general del país, de la patria, funcione”, explicó Iglesias.

El efecto Chávez

El Gobierno PSOE-Podemos mantiene su idea de copiar al dictador Hugo Chávez, quien expropió más de 3,6 millones de hectáreas a empresas y familias venezolanas que nunca vieron un solo bolívar por ellas.

Posteriormente, el tirano aplicó las mismas medidas a las empresas bajo la excusa de la “soberanía alimentaria”, lo que llevó a ‘nacionalizar’ más de 100 empresas del sector. Ahora, quedó demostrado que todo se trató de una estrategia para robarse el capital privado, mientras que la población sigue en la mayor hambruna de América Latina.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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