Cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo.
Cambien ustedes ‘diablo’ por ministro Garzón y el resultado es el mismo, salvo por un pequeño matiz.
Mientras el primero no perjudica a la economía de España, el segundo se ha propuesto, desde que es titular de Consumo, cargarse cualquier sector económico que se le ponga entre ceja y ceja.
Ahora la ha tomado con el consumo de carne de los españoles y se ha propuesto que, en primer lugar, reduzcan la ingesta de la misma hasta, en un segundo estadío, que opten por comprar otros productos en los mercados.
Alberto Garzón, en un tono paternalista, muy propio de esos regímenes comunistas que tanto le gustan a él, ‘aconseja’ a los ciudadanos qué ingerir en su dieta diaria.
Para ello se ha hecho grabar un vídeo de 6 minutos en el que aporrea al público con una catarata de datos que mezcla con recomendaciones de su cosecha:
¿Qué pensaríais si os dijera que el consumo excesivo de carne perjudica a nuestra salud individual y a nuestro planeta? Estoy preocupado por la salud de nuestros conciudadanos y de nuestro planeta. Sin planeta no tenemos vida, ni salarios ni economía, y nos lo estamos cargando.
Según el titular de Consumo, si los españoles bajaran la ingesta de carne y la dejasen solo en un rango de 200 a 500 gramos a la semana:
Se evitarían el 50% de las emisiones de gases invernadero asociadas a la alimentación y el 20% de las muertes prematuras. Cada año se producen 7,6 millones de toneladas de carne procedente del sacrificio de 70 millones de animales: cerdos, vacas, ovejas, cabras, caballos y aves.
Y de paso, haciendo una concesión ‘magnánima’, permite a los españoles poder hacer de vez en cuando alguna barbacoa:
Esto no significa que no podamos hacer una barbacoa con la familia de vez en cuando sino que lo hagamos con más moderación, y que seamos capaces de compensar esos días en que nos permitimos comer carne con un consumo en los días siguientes de mayor peso de ensaladas, arroces, legumbres y verduras.
El 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, mientras que para que tengamos 1 kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua.
De ello os hablo en este vídeo:#MenosCarneMásVida pic.twitter.com/wMDOd1GI8J
— Alberto Garzón? (@agarzon) July 7, 2021
Si redujésemos el consumo de carne hasta los niveles recomendados por la ciencia, se evitarían:
➡️ El 50% de las emisiones de gases invernadero asociadas a la alimentación.
➡️ El 20% de las muertes prematuras. #MenosCarneMasVida pic.twitter.com/G1WKPrl21Z
— Alberto Garzón? (@agarzon) July 7, 2021
El consumo de agua necesario para que un trozo de carne llegue a un plato es preocupante.
El agua que beben los animales, la necesaria para producir pienso, para transportar la carne o para envasarla, contribuye a acabar con las reservas de nuestro planeta. #MenosCarneMasVida pic.twitter.com/yxvKQFyatD
— Alberto Garzón? (@agarzon) July 7, 2021
España es el país de la Unión Europea que más carne consume, según datos de la @FAO.#MenosCarneMasVida pic.twitter.com/v6A7S1pLAc
— Alberto Garzón? (@agarzon) July 7, 2021
Huelga decir que los ganaderos han saltado a la yugular de Garzón y le han asado a críticas por arremeter contra su sector, al que criminaliza como uno de los culpables de la contaminación del planeta:
Señor @agarzon estas son las cifras de Emisión de GEI del @mitecogob:
Transporte: 27,7%
Industria: 21,4%
Generación Electrica: 10,3%
Ganadería: 9,1%
Cultivos: 4,9%
Basta ya de tanto ataque gratuito a un sector que también descontamina. https://t.co/yzPynXeLAs— Pedro Barato (@PedroBarato_) July 7, 2021
?Y además,@agarzon, el vacuno de carne refuerza su compromiso con la conservación del medioambiente…
La ganadería:
?previene la desertificación
?mejora la calidad del agua
?mejora la biodiversidad y el paisaje
?previene los incendios forestales y emisiones asociadas… pic.twitter.com/QMLyRMiH7P— Asaja Nacional (@AsajaNacional) July 7, 2021
Las asociaciones profesionales del cerdo ibérico (Asici), de carne avícola (Avianza), del sector cunícula (Intercun), del sector ovino y caprino (Interovic), del sector porcino de capa blanca (Interporc) y de la carne de vacuno (Provacuno) también han cargado contra Garzón:
Es preocupante que enarbole una serie de afirmaciones erróneas o desenfocadas tratando de crear una confrontación artificial con el sector. El sector ganadero-cárnico contribuye a la creación de empleo y genera oportunidades, además de impulsar fuertes compromisos medioambientales con resultados comprobables. Desde el sector, seguiremos en la senda de la colaboración institucional y el diálogo, confiando a su vez en que nuestros responsables públicos contribuyen, con su actitud y sus manifestaciones, a ese clima de entendimiento.
UN ENLACE ‘MUY CARNÍVORO’
Alberto Garzón parece olvidar que en su boda, allá por 2017 en la localidad riojana de Cenicero, no tenía tamañas preocupaciones con el consumo de carne.
Estos fueron los platos estrella que se ofrecieron a los invitados a su enlace con Ana Ruiz:
Carpaccio de ternera con virutas de queso parmesano, saquitos de langostino con salsa americana, pastel de puerros y gambas con salsa de queso, gambas de Huelva, bogavante horneado con vinagreta en su jugo, solomillo de ternera a la brasa acompañado de puré de patata, pimiento del piquillo y espárragos trigueros, una copa de cava Benito Escudero y una pirámide de chocolates con helado de vainilla.
Salta a la vista que lo más fuerte de ese convite se centraba en la carne. Cuatro años después, tirando de mucha amnesia, el ministro pretende que los españoles se hagan vegetarianos o directamente veganos.