Se veía venir.
Pedro Sánchez, que en septiembre de 2019 reconocía problemas de insomnio de haber metido a ministros de Unidas Podemos en su gabinete, olvidó sus miedos al ver prorrogada su estancia en La Moncloa por cuatro años más… gracias al apoyo morado.
Sin embargo, el presidente del Gobierno obvió que meter a la tropa de Pablo Iglesias en la mesa del Consejo de Ministros era como poner a la zorra a cuidar de las gallinas.
Algunos pensaron que, con la fuga del vicepresidente segundo para luchar por la Comunidad de Madrid y su posterior renuncia a la vida política tras el guarrazo dado en las elecciones del 4-M, los morados se volverían más dóciles.
Pero nada más lejos de la realidad.
Y en estos últimos días hay dos botones de muestra.
El primero ha sido el ‘logro’ de Unidas Podemos de hacer recular al Ejecutivo en su negativa a la nacionalización de empresas eléctricas.
El ‘no es no’ de Teresa Ribera, titular de Transición Ecológica, a esa petición de los podemitas mutó el 12 de agosto de 2021 en abrir la puerta a esa posibilidad. Entre otras razones porque los morados amenazaron con caldear el ambiente en las calles.
Y como esa batalla ha sido ganada por la tropa de Ione Belarra, la nueva líder de los comunistas, ahora cada paso que da el Gobierno es analizado con minuciosidad microscópica.
Por eso a la titular de Derechos Sociales y Agenda 2030 no le ha temblado el pulso a la hora de encararse con Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, por la devolución de 800 menores inmigrantes a Marruecos que aún permanecían custodiados en centros de menores de Ceuta después de que invadieran en mayo de 2021 la ciudad autónoma.
Derechos Sociales reprocha a Interior que haya ejecutado la operación sin responder a su oferta para trabajar juntos en un «protocolo de reagrupación familiar de niños y niñas que migran solos que cumpla con la normativa nacional e internacional».
Fuentes del Ministerio podemita de Derechos Sociales esgrimieron que el protocolo para el retorno de los menores a su país «debe contar con un protocolo que incluya entrevistas individualizadas a los niños» y el «conocimiento pormenorizado por parte de la Fiscalía del procedimiento».
El Ministerio de Ione Belarra afirmó que lleva «meses» poniéndose «a disposición» del departamento de Fernando Grande-Marlaska para «trabajar un protocolo de reagrupación familiar de niños y niñas que migran solos que «cumpla con la normativa nacional e internacional, sin haber recibido ninguna respuesta al respecto por parte del Ministerio de Interior.
El Ministerio de Derechos Sociales denuncia que además que desconocía la orden de repatriación de estos menores.
