Saben cómo está el bicho por dentro.
Son los que verdaderamente manejan a diario los datos que les hacen ver si realmente la economía española va hacia arriba o en realidad aún le va a costar un mundo arrancar.
Los empresarios, que son quienes crean empleo y riqueza en España, no están para nada de acuerdo con la propaganda triunfalista de Pedro Sánchez y de su cohorte ministerial.
Desde el Ejecutivo socialcomunista se quiere vender una situación de vino y rosas para la economía española asegurando que en 2022 los ciudadanos podrán sentir algo más que un alivio en sus bolsillos y en sus cuentas corrientes.
De hecho, se está pregonando desde las terminales afines a La Moncloa el éxito de haber adelante la subida del salario mínimo interprofesional.
La medida, aprobada con forceps por el Gobierno Sánchez, contó con la oposición del tejido empresarial puesto entendía que ahora mismo no es sostenible ese incremento.
Sin embargo, el Ejecutivo, a través de la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, lo que no salga por consenso, saldrá por sus ‘reales decretos’ y legislando a la fuerza.
Y también están en el alero otras cuestiones de enjundia como el futuro de las pensiones o la reforma laboral.
Por eso, ante el bombo y platillo que pretende darse el gabinete sanchista, los empresarios, más en concreto los integrados en la CEOE, no se van a quedar de brazos cruzados y ya anuncian para el mes de octubre de 2021 la publicación de un documento que desmontará el triunfalismo gubernamental.
La fecha no está elegida por casualidad. Se quiere hacer llegar este documento a los españoles cuando el Gobierno esté inmerso en plena negociación final para sacar los Presupuestos Generales del Estado para 2022.
Según informa El Confidencial Digital, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales está ultimando un documento de gran carga de profundida en el que dejará bien a las claras que la tan cacareada recuperación que vende Pedro Sánchez no responde a la realidad:
Esa recuperación económica es falsa, es una estrategia propagandística. La situación real de España es mucho más delicada de lo que cuenta el Ejecutivo.
Para los empresarios ya es un síntoma claro de la gran mentira del Gobierno que sus propios indicadores le pinten la cara.
EL PROPIO INE LE PINTA LA CARA AL GOBIERNO
Uno de ellos es el propio Instituto Nacional de Estadística que al actualizar el PIB del segundo trimestre de 2021, de abril a junio, el crecimiento real fue del 1,1% y no del 2,8% que el Ejecutivo se apresuró a colocar en los medios de comunicación.
La CEOE entiende, con los datos en la mano, que el Ejecutivo está inflando los datos y al final el globo le va a explotar en toda la cara:
Se están inflando los ingresos y la realidad es que no habrá recuperación hasta el año 2023.
Los empresarios aportan como prueba de la farsa de Sánchez es que mientra el Producto Interior Bruto de la zona euro cayó un 0,3% entre enero y marzo de 2021 para subir un 2,2% en el segundo trimestre, en España se produjo primero un desplome del 0,6% y luego ese alza de solo el 1,1%
Mientras el PIB de la zona euro cayó un 0,3% en el primer trimestre y subió un 2,2% en el segundo, en España se desplomó un 0,6% en el primero y remontó apenas un 1,1% en el segundo.
Para la CEOE la cuestión está más que sustentada:
Se trata de una recuperación débil, raquítica, cuando cabía esperar un rebote vigoroso a tenor de la contracción experimentada. La inversión empresarial no tira porque las empresas están esperando a ver qué pasa con los fondos de la Unión Europea y el consumo privado se retrae.
El informe de la CEOE también denunciará que el gabinete sanchista sigue sin abordar las reformas estructurales que permitan atajar los serios problemas que lastran al sistema como el insostenible déficit público, cada vez más disparado, que obligaría a adoptar medidas de control del gasto, todo lo contrario a lo que hace Moncloa.
Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, lo resumía de esta manera desde las páginas de El Mundo el 26 de septiembre de 2021:
La recuperación no es como nos cuenta el Gobierno; la situación es mucho más delicada.