Irene Montero evitó condenar la presunta violación a una simpatizante de VOX en Reus.
El periodista de ‘Estado de Alarma’ preguntó a la ministra de Igualdad: “¿Condena usted la violación de una simpatizante de VOX en Reus?”. Si bien hubiese bastado con un “yo condeno cualquier agresión sexual”, Montero prefirió no ‘mojarse’ por una seguidora del partido de Santiago Abascal, como sí ha hecho en otras oportunidades (incluido el bulo de la agresión homófoba de Malasaña).
“Condeno el fascismo”, soltó la pareja de Pablo Iglesias. A lo que agregó: “El fascismo que se ejerce desde los medios de comunicación que intentáis aprovechar ese hueco para dañar a la democracia. Lo condeno firmemente y creo que nuestra democracia necesita ser defendida de personas que utilizáis al periodismo para difundir bulos y noticas falsas”.
Ante la respuesta de la ministra de Igualdad, el periodista de ‘Estado de Alarma’ volvió a preguntar si no cree en la libertad de prensa y la pluralidad en los medios, lo que hizo que la ministra de Igualdad (que se había ido) se regresara para insistir:
“Creo que en la libertad de prensa, en lo que no creo es en el fascismo y en quienes utilizáis el periodismo para difundir bulos, noticias falsas y para normalizar el discurso del odio de la extrema derecha en nuestro país que es la que se puede cargar nuestra democracia”.
La violación de Reus
Judith M. R., de 30 años, denunció haber sido agredida sexualmente por tres jóvenes «árabes» por llevar una camiseta de VOX.
El juzgado de instrucción número 4 de Reus (Tarragona) ya investiga la supuesta agresión sexual múltiple cometida el pasado 21 de septiembre.
La presunta víctima contó a los Mossos que el día 21, pasadas las 20.00 horas, salió de su domicilio «vestida con unas mallas de ciclista, zapatillas deportivas y una camiseta de tirantes negra con el emblema de VOX en la parte delantera».
Se dirigía hacia el instituto Vila-seca, en Reus. «Cuando se disponía a entrar en el parking de zona azul de delante de la biblioteca, dos chicos desde atrás se le dirigieron diciéndole ‘esa camiseta te la tienes que quitar’, ‘si no se la quita ella se la quito yo'», reza el relato de la denunciante.
Según aseguró a los Mossos, hizo caso omiso a las palabras de estos chicos y continuó andando. Al ver que se acercaban más, prosigue el texto de la denuncia, empezó a andar más rápido, pero se pusieron a su lado y «mientras la empujaban la dirigieron hacia una furgoneta que se encontraba estacionada en esa zona de la plaza de la biblioteca». La denunciante asegura que un hombre de «avanzada edad» les recriminó, sin éxito.
En la furgoneta había un tercer individuo «que conocía a los anteriores. Estos chicos hablaban en árabe entre ellos. Mientras uno de ellos le cogió fuertemente por el cuello y por la espalda, la introdujo en la furgoneta, entraron los otros dos y cerraron la puerta», añade.
Judith M. aseguró a los Mossos que, «una vez dentro, le rompieron la camiseta que llevaba y los pantalones, mientras uno de ellos la mantenía cogida por el cuello, alguno de los otros dos le introdujo un objeto que no pudo precisar por su vagina haciéndole mucho daño. Ella pataleó muchísimo para evitar que le hicieran daño. Le dieron un golpe en la cabeza y en ese momento perdió la noción del tiempo. Estos chicos aprovecharon para manosearla por todo el cuerpo».
Le introdujeron un objeto «por su vagina y por el ano. Cuando se cansaron la tiraron de la furgoneta diciéndole ‘mañana ya no te vuelvas a poner esta camiseta'».
