Los datos cantan por sí solos.
Esta era la ‘perentoria necesidad’ que el Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez esgrimió para regar con 53 millones de euros a Plus Ultra.
La excusa interpuesta era que la aerolínea chavista era ‘estratégica’ y, por tanto, no había más alternativa que proceder a su rescate económico.
Si ya eran muchas las sospechas que generaba este interés gubernamental por una compañía que tenía una única aeronave en su flota, ahora esos recelos crecen aún más.
Basta con ver los datos referentes a 2021 y al total de pasajeros que han recurrido a Plus Ultra para realizar sus trayectos para darse cuenta de dos posibilidades.
O bien Pedro Sánchez y su entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, fueron perfectamente engañados por el gabinete de Nicolás Maduro, o bien sabían de buena tinta que la compañía era más ruinosa que Gescartera y, pese a todo, optaron por echar una mano a un Gobierno amigo.
Con los datos en la mano, resulta que 2021, año en el que empezaron a recuperarse las conexiones aéreas y, por tanto, el número de pasajeros en los aviones, resulta que Plus Ultra cayó en picado.
Las grandes cifras lo dejan bien claro. Apenas optaron por subirse al avión de la compañía chavista unas 35.000 personas, un 26% menos que los datos de 2020, el año más duro de la pandemia y donde el sector aéreo sufrió el mayor agujero económico de la historia por mor del parón obligado.
De hecho, resulta paradójico que con menos operaciones en 2020, 369, por las 444 de 2021, Plus Ultra registrase más de 47.000 usuarios, 12.000 más que en 2021.
Es decir, muchos vuelos realizados por esta aerolínea debieron de ir, al menos en cuestión de pasajeros, prácticamente vacíos.
Un año antes del comienzo de la pandemia, en el año 2019, Plus Ultra ocupaba el puesto 166 en el ranking de las compañías que operaban en suelo español. Con 823 conexiones solo representaba el 0,03% del total.
UN INFORME PERICIAL DETERMINANTE
El informe pericial remitido al Juzgado de Instrucción Número 15 de Madrid, a cargo de las pesquisas del denominado ‘caso Plus Ultra’, recogía en sus conclusiones «dudas más que razonables» de que la aerolínea cumpliera con todas las condiciones para ser rescatada por el Gobierno a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
En el documento de 499 folios, el perito explicaba que existen «dudas más que razonables sobre cuál era la situación patrimonial de la compañía» a fecha 31 de diciembre de 2019 y, en consecuencia, «sobre el cumplimiento de las condiciones esenciales para la concesión de la ayuda pública».
En este sentido, exponía que «Plus Ultra cumpliría con la práctica totalidad de las condiciones establecidas, a pesar del amplio ‘espectro’ de alguna de las mismas (…) excepto en lo referido a si la sociedad se encontraba, o no, en ‘situación de crisis’ a la fecha de 31 de diciembre de 2019».
El perito advertió de la existencia de un préstamo participativo, así como del hecho de que no se registraron provisiones derivadas de ciertas contingencias. Avisó también de la cancelación de la deuda de los «bonistas» y de la «posibilidad de existencia de situación de insolvencia».
