La estratagema es más vieja que el hilo negro.
Sin embargo, Pedro Sánchez cree que los españoles no se van a dar cuenta e incide en su táctica.
El presidente del Gobierno tiene todo el derecho del mundo a usar el Falcon, o los aviones oficiales que crea menester, para acudir a actos que tengan que ver con su labor ejecutiva.
A sabiendas de que recurrir al Falcon para ir a un acto de los socialistas, para ir a la boda de un cuñado en La Rioja o asistir a un concierto de The Killers en Benicasim (Castellón) no sería bien visto por la ciudadanía, el inquilino de La Moncloa ha recurrido a un truco ya demasiado visto.
Y no es otro que forzar la agenda para colocarse un acto oficial y luego ya, casualmente, poder asistir a un evento del PSOE o a una actividad lúdica.
Pedro Sánchez, el 15 de enero de 2022, ha vuelto a las andadas con el uso partidista del Falcon.
Los socialistas andaluces tenían en Granada un acto de ensalzamiento del candidato a la Junta, Juan Espadas, alcalde de Sevilla, apuesta personal del presidente del Gobierno tras liquidar, políticamente hablando, a Susana Díaz.
Evidentemente, coger el Falcon para ir directamente a la ciudad de la Alhambra era demasiado descaro.
Así que, ni corto ni perezoso, obligó a su gente de confianza en Moncloa a buscarle un acto que justificase su presencia posterior en el acto del PSOE en la capital nazarí.
Y a fe que se lo encontraron, uan visita de menor calado a los laboratorios Rovi, en las afueras de la ciudad.
El problema es que Sánchez, o su community manager, tienen también demasiada querencia a las redes sociales y esto es lo que el mismo día de la visita colgaba, por ejemplo, en su perfil de Twitter:
Esta mañana nos vemos en Granada, donde acompañaré a @_JuanEspadas en su presentación como candidato la presidencia de la Junta de Andalucía.
¡Comienza el cambio para esta CC.AA.! ?
Podéis seguirlo en directo desde las 11.30 horas, aquí: https://t.co/TwrWGVJSIG#Avanzamos_ pic.twitter.com/voeCqZqvdL
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) January 15, 2022
Dicho en plata, al presidente del Gobierno le llenaba más el acto de partido que esa breve visita a los laboratorios.
Y mientras en Moncloa siguen encastillados en el argumento de que no tienen que dar explicaciones ni detallar los viajes del jefe del Ejecutivo en Falcon porque esa información está protegida con la Ley de Secretos Oficiales.