Son perfectos discípulos del ‘haced lo que digo, no lo que hago’.
Los miembros (y miembras, que dijera alguna conocida socialista) de Unidas Podemos son maestros en lanzar toda una serie de soflamas en contra de una cuestión determinada.
Sin embargo, cuando los focos se apagan o, directamente, pasan a tener una serie de responsabilidades, modulan sus mensajes o, directamente, recelan de los mismos.
Uno de los caballos de batalla de los morados ha sido el de repudiar hasta la náusea el uso del avión.
Baste como botón de muestra lo que decía en agosto de 2021 el coportavoz nacional de la formación comunista y candidato a la Presidencia de Castilla y León, Pablo Fernández, para justificar su rechazo a coger las aeronaves.
De hecho, reclamaba que las inversiones previstas en los aeropuertos de El Prat (Barcelona) y Adolfo Suárez Madrid-Barajas se destinasen a otros cometidos:
Los 3.200 millones de euros que se quieren invertir, y que esperamos que no se lleguen a gastar, esperamos que se destinen a ferrocarril convencional y al transporte sostenible en ciudades. Hay que estudiar las mejores medidas o las más disuasorias para que no se utilicen de forma tan intensa esos medios de desplazamiento tan contaminantes”.
El transporte sostenible no es que sea el futuro, es que es la única opción. Hemos de estudiar y aplicar medidas que promuevan o privilegien medios de transporte que sean más sostenibles y menos contaminantes y si además vertebran mejor el territorio, creo que es inmejorable.
Sin embargo, el discurso de Fernández voló por los aires, nunca mejor dicho, cuando se ha conocido que Ione Belarra, tal y como informa Okdiario, ha recurrido al Falcon para asistir a una reunión de poca monta en Estrasburgo.
Es decir, en eso se parecen los podemitas a Pedro Sánchez, que predica una cosa y hace la contraria.
Lo grave del asunto es que la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 tampoco era muy partidaria de subirse a las aeronaves y también apostaba por el impulso de medios alternativos y más sostenibles:
La ampliación del aeropuerto del Prat pone en riesgo la biodiversidad de su entorno natural. Su paralización debería replantear el viejo modelo de transporte especulativo y caduco que solo favorece a una minoría privilegiada y apostar por una movilidad sostenible y de futuro.
— Ione Belarra (@ionebelarra) September 9, 2021
Pero ahora no ha tenido el menor empacho en desplazarse en Falcon hasta Estrasburgo, un vuelo que apenas dura dos horas.
Obviamente, Belarra no se salvó del ingenio de los internautas:
La podemita Ione Belarra coge el Falcon para asistir en Francia a una reunión informal de Ministros de Educación y Juventud.
Estos eran los que viajaban en clase turista, los ecologistas, y los que no podían ganar 4500€/mes cuando su pueblo lo estuviese pasando mal.
— Sheldon (@numer344) January 27, 2022
La nueva Delcy ensayando…
La podemita Belarra se va en Falcon a Estrasburgo mientras Podemos declara la guerra al uso del avión: https://t.co/oSOkIo3cjJ
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) January 27, 2022
Inda: «La castuza podemita, véase Belarra o Díaz, le ha cogido gusto a eso de volar en Falcon» https://t.co/emMRfE12va
— okdiario.com (@okdiario) January 27, 2022
Ione Belarra ha ido hoy a Estrasburgo en Falcon. Un viaje de menos de 2 horas.
Nos dicen que no usemos el avión para trayectos cortos, que viajemos de forma más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, los que se oponen a la ampliación del aeropuerto del Prat.
La no-casta.— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) January 27, 2022