Ha sido el tema de final de julio de 2022 y parece que no tiene fin porque la chapuza es de bíblicas dimensiones. Y además, se ha conocido por fascículos.
Todo comenzó el pasado día 27 de julio de 2022, cuando publicaron desde el Ministerio de Igualdad el cartel más bobo posible para la campaña ‘El verano también es nuestro’. Pretendían reclamar que los cuerpos son diferentes y que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de los espacios de baño con su cuerpo, sea como sea, al descubierto. La idea es loable, la ejecución es dantesca y las responsabilidades brillan por su ausencia.
Irene Montero como máxima responsable y después, toda su banda de la tarta o chupipandi de amigas viajeras, deberían asumir la culpa y hacer rodar, e incluso ofrecer, alguna que otra cabeza.
Y es que apenas unas horas después de la viralización del cartel llegaron los problemas.
Las modelos robadas, en pie de guerra
De una en una, las modelos utilizadas en el cartel bochornoso, fueron saliendo a pedir responsabilidades por haber sido ‘robadas’ para la campaña y, además y para mayor vergüenza, ser ‘mejoradas’ en sus características físicas:
La modelo Nyome Nicholas denunció que el gobierno de Pedro Sánchez nunca le solicitó su autorización o permiso para usar su imagen en la campaña del ‘El verano también es nuestro’. Nicholas es una modelo que trabaja en Reino Unido en la agencia Nevs Model. Dado el impacto que ha suscitado la campaña de Igualdad, que ha saltado fronteras y medios como la BBC o The Guardian se han hecho eco de la misma, Nicholas ha denunciado la utilización de su imagen sin permiso, según su versión.
Con la modelo Sian Green-Lord llegó el colmo del despropósito. La promoción estival del departamento de Igualdad colisiona frontalmente contra su propio lema. Porque, si todos los cuerpos son válidos, ¿a qué viene la ‘genialidad’ de borrarle a una modelo su prótesis?
3. Le colocan un pecho a otra de las modelos ‘robadas’. Otra modelo cogida sin permiso en el famosísimo cartel, a la que también, para más bestialidad, modificaron un aspecto de su cuerpo:
Ahora es la modelo Juliet FitzPatrick, sufridora de una doble mastectomía -y de paso, la fotógrafa Ami Barwell- quienes se han sumado a las críticas al Gobierno por el uso ilícito de sus imágenes. Pero hay más y, de nuevo, más grave. A FitzPatrick le han colocado de regalo uno de los pechos. Incomprensible. Para salir corriendo.
Es el mejor momento para que Irene Montero o alguien de su chupipandi, Ángela Rodríguez ‘Pam’, Isa Serra, o alguien de su entorno cercano, ofrezcan en bandeja su cabeza.