Empezando por el jefe, Pedro Sánchez, el que decía que no podría dormir con Pablo Iglesias cerca y metió a Podemos en su Gabinete, cuesta decidir entre sus 22 ministros cuál es el peor.
No hay semana que Alberto Garzón, Ione Belarra o Irene Montero no protagonicen una nueva pifia, pero hoy hablamos de la socialista Teresa Ribera, Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Según el pomposo nombre de su ministerio, una de sus tareas primordiales tendría que ser luchar contra el ‘invierno demográfico’ y la despoblación de España, pero no se le conoce actividad alguna en ese sentido. Desde que Ribera llegó al Gobierno Sánchez, donde ha ascendido al rango de vicepresidenta, ha intentado cargarse los toros, la caza y el diésel.
También tiene que batallar contra el Cambio Climático y en eso está ahora. Acaba de convocar a las comunidades autónomas, que pedían que aclarase las incertidumbres del decreto de ahorro energético.
El texto, levantó en armas a comerciantes, hosteleros, concejales y presidentes autonómicos como Isabel Díaz Ayuso, porque está plagado de errores jurídicos y técnicos.
El real decreto iguala a los hosteleros de Finisterre con los camareros de un chiringuito de Punta Umbría, y a la refrigeración de la merluza con la ventilación de una peluquería. Pero Ribera afirma que «no valen excusas» para incumplir las medidas de ahorro energético.
