Otro gambazo más y van…
Lo de Pedro Sánchez en los actos oficiales empieza a ser más que preocupante.
El nuevo desliz no tiene perdón de Dios y a buen seguro que aún debe estar zumbándole en la cabeza el hecho de que la pifia ha corrido como la pólvora por las redes sociales.
El inquilino de La Moncloa, que está de gira por África, se equivocó a la hora de referirse a Willian Ruto, presidente de Kenia. En dos ocasiones le cambió la nacionalidad y le dio ‘graciosamente’ el cargo de mandatario de Senegal.
Al final tuvo que ser el propio Ruto el que, viendo que Sánchez no iba a rectificar, sacara del error al dirigente socialcomunista.
Así fue la ‘fastuosa’ intervención del político español:
Creo que España es un potencial aliado en muchas áreas en las que podemos trabajar junto a Senegal para afrontar futuros retos que nuestras sociedades están sufriendo. Muchas gracias, es un honor ser de los primeros líderes internacionales que lo visita como presidente de Senegal, y tengo muchas ganas de trabajar con usted…
Ruto le interrumpió:
Soy el presidente de Kenia.
La cara de Sánchez fue todo un poema:
¡Oh, lo siento, presidente de Kenia, lo siento! Tengo muchas ganas de trabajar con usted y sus ministros. Traigo una delegación muy importante de empresas y empresas privadas que ya están establecidas en Kenia y están ansiosas por aumentar su presencia en Kenia. Durante el almuerzo, tendremos la oportunidad de hablar con ellos. Muchas gracias por su hospitalidad.
OTRAS METEDURAS DE PATA DEL SANCHISMO
Lo de confundirse en la nacionalidad del presidente del Gobierno de Kenia es otra muesca más en las meteduras de pata y pifias protocolarias de Pedro Sánchez a lo largo de su mandato:
- Se pone de perfil con los acordes del himno español: La escenita tuvo lugar durante la pasada visita del presidente del Gobierno a Montreal, a finales de septiembre de 2018. Sánchez, acompañado por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no se percató de que tenía que ponerse de frente para escuchar el himno de España, ofrecido como bienvenida. Menos mal que le avisaron, que si no se queda de perfil como un memo.El líder del PSOE siguió de frente, hasta que Trudeau tuvo que advertirle, discretamente, lo que dejó al despistado de turno descolocado y con un palmo de narices.
- Recepción en el Palacio Real del 12 de octubre de 2018: ¡Vaya estreno como presidente en este acto tan emblemático! Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, tras su turno en el besamanos ofrecido por los Reyes en el Palacio Real, se quedaban junto a los monarcas, llegando incluso a saludar a los siguientes invitados, entre ellos, la entonces presidenta del Congreso, Ana Pastor. No se percataron del error hasta que el personal de protocolo de Casa Real se apresuró a advertirles de que tenían que continuar hacia adelante.
- Plantón de una hora a Felipe VI en Marivent: Agosto de 2019. Pedro Sánchez estaba como presidente en funciones tras ganar las elecciones generales del 28 de abril de 2019 pero sin obtener la mayoría suficiente para poder formar Gobierno. El día 7 de ese mes tenía agendado el tradicional despacho veraniego con el monarca español en el Palacio de Marivent, en Mallorca. Sin embargo, el socialista optó por ahondar en su pésima educación protocolaria y llegar una hora tarde a la cita con Felipe VI. ¿El motivo? Reuniones con sus ahora socios de Unidas Podemos para intentar llegar a un acuerdo que al final no se produjo y nos abocó a una nueva repetición electoral, el 10 de noviembre de 2019.
- Usurpa un lugar de honor al lado de los Reyes en el homenaje a los fallecidos por la pandemia: 16 de julio de 2020. El Presidente volvió a ciscarse en el protocolo y se colocó al lado de la Familia Real durante su saludo (Felipe, Letizia, Leonor y Sofía) a las autoridades. Sánchez se pegó como una lapa a su vera, pareciendo algo así como el hijo mayor de la familia, en lugar de ocupar su sitio como jefe del Ejecutivo. Algo similar a lo perpetrado en el besamanos de 2018.
- Marruecos coloca la bandera de España del revés: Abril de 2022. En plena crisis por el asunto del Sáhara, Pedro Sánchez acude como alma que lleva el diablo hasta Rabat (Marruecos). Y, si bien es verdad que la cuestión protocolaria era responsabilidad de los anfitriones, lo cierto es que nadie del equipo del presidente del Gobierno socialcomunista se percató de la tremenda pifia cometida. Y esa no fue otra que la bandera de España puesta del revés.
